Trasmediterránea abandona el puerto de la Sepi

La naviera española tiene ya varios candidatos ante el plan de privatización

Durante los últimos ejercicios la Compañía Trasmediterránea ha ido arreglando su aspecto para su puesta de largo en el mundo de las empresas privadas. Una vez inscrita en el órgano privatizador del Gobierno el pasado mes de mayo, la Sepi se dispone ahora a dar el paso definitivo.

Hasta diciembre de 1997 la compañía explotaba con carácter de 'servicio universal' las principales líneas marítimas españolas, recibiendo por ello el correspondiente respaldo estatal. Con un crédito extraordinario de 15.560 millones de pesetas concedido el pasado mes de abril para compensar el déficit de la com...

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Durante los últimos ejercicios la Compañía Trasmediterránea ha ido arreglando su aspecto para su puesta de largo en el mundo de las empresas privadas. Una vez inscrita en el órgano privatizador del Gobierno el pasado mes de mayo, la Sepi se dispone ahora a dar el paso definitivo.

Hasta diciembre de 1997 la compañía explotaba con carácter de 'servicio universal' las principales líneas marítimas españolas, recibiendo por ello el correspondiente respaldo estatal. Con un crédito extraordinario de 15.560 millones de pesetas concedido el pasado mes de abril para compensar el déficit de la compañía se ha hecho borrón y cuenta nueva. De esta manera, junto a una importante reciente renovación de flota que ha supuesto una inversión de 70.000 millones de pesetas desde 1999, se la preparaba para su traspaso a manos privadas.

Balearia, Boluda, Fred Olsen y las constructoras FCC, Acciona y ACS han manifestado ya su interés por la naviera

Este mes el Consejo de Administración de la Sepi designará finalmente el intermediario externo encargado de la operación, para la que tiene muchas opciones un banco de negocios con experiencia en el sector naviero.

En cuanto a los novios potenciales, con una facturación prevista para este año y confirmada tras el periodo estival, de 50.000 millones de pesetas y unos beneficios de 2.500 millones no parece adecuada su incorporación al mercado bursátil y menos en estos momentos. Aunque una de las alternativas que se barajan es una OPV institucional. El Ejecutivo ha señalado además su voluntad de que quede en manos españolas y ya han sido varios los candidatos que han descubierto sus intenciones.

Los primeros, que son además los que han demostrado mayor interés, han sido la naviera Balearia y el Grupo Boluda y más recientemente el operador canario Fred. Olsen se ha manifestado también interesado en las líneas de la compañía por aquel archipiélago.

Fuera del sector, Trasmediterránea se ha convertido también en un bocado apetitoso para las grandes constructoras, ya que encaja perfectamente dentro de la política de diversificación de actividades que han emprendido desde hace unos años.

Fomento de Construcciones y Contratas, ACS y Acciona ya se han desmarcado en ese sentido sin ocultar sus intenciones de compra.

En cuanto al precio, aunque a título anecdótico cabría señalar que el pasado miércoles se realizó una operación en la Bolsa de Madrid en la que se negociaron 102 títulos a un valor de 75 euros lo que supone valorar la compañía en 75.412 millones de pesetas. La valoración en libros a 31 de diciembre teniendo en cuenta el neto patrimonial es de 48,43 euros por acción se acerca a los 48.700 millones de pesetas.

Es de esperar que hayan servido de vacuna las palabras del ex presidente de la compañía José María Trias de Bes acusando al vicepresidente Rodrigo Rato de estar descapitalizando la empresa para venderla después a bajo coste a sus amigos. La Sepi dispone del 95,24% de las acciones y en el resto hay únicamente un inversor con el 2,4%, estando las demás muy repartidas entre más de 1.400 accionistas.

Otra de las las incógnitas más importantes en este momento es la fecha en la que el Ministerio de Fomento sacará a concurso la explotación de las líneas que Trasmediterránea disfrutaba hasta 2003, pero que Bruselas limitó hasta el pasado 26 de julio tras la denuncia de varias compañías de la competencia.

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