OPINIÓN DEL LECTOR

Los robellones del doctor Trueta

Quiero decir a las muchas, muchísimas personas que vieron el programa El meu avi, emitido por TV-3 y dedicado, justamente, a mi abuelo (el doctor Josep Trueta), que las setas que aparecían en el césped de la casa que había sido de mis abuelos en Oxford eran realmente robellones.

Los comí al día siguiente, una vez en casa, y fueron excelentes, con ajo y perejil. Lo que no puedo asegurar es que la propietaria, que quiso para sí una bolsa llena, realmente llegase a comérselos...

El caso plantea dos curiosidades. Primero, ¿qué hacían aquellas setas tan catalanas en medio de un...

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Quiero decir a las muchas, muchísimas personas que vieron el programa El meu avi, emitido por TV-3 y dedicado, justamente, a mi abuelo (el doctor Josep Trueta), que las setas que aparecían en el césped de la casa que había sido de mis abuelos en Oxford eran realmente robellones.

Los comí al día siguiente, una vez en casa, y fueron excelentes, con ajo y perejil. Lo que no puedo asegurar es que la propietaria, que quiso para sí una bolsa llena, realmente llegase a comérselos...

El caso plantea dos curiosidades. Primero, ¿qué hacían aquellas setas tan catalanas en medio de un jardín de la ciudad de Oxford? Y segundo, ¿cómo es posible que durante los 18 años que hace que vive allí la señora no hubiesen salido nunca antes? Las dos respuestas son sencillas. Primero, la señora me indicó, cuando se lo pedí, los dos pinos catalanes que la familia Trueta había plantado en aquel jardín años atrás. Y segundo, hacía poco que había muerto su marido, que cortaba cuidadosamente el cesped... y cuando era la época, desmochaba los níscalos.

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