Un billón para Galicia y la visita de Ana Botella
'Por sexta vez en nuestra historia, nuestro país elige...', comenzó ayer la información electoral en la televisión autonómica gallega. La TVG ha sido un pilar decisivo en la creación del fuerte componente regionalista del Partido Popular en Galicia, lo que Fraga acuñó con el concepto de 'autoafirmación'. Por eso, el término omnipresente en la pantalla pública es o noso, a nosa (lo/a nuestro/a). Es nuestro/a desde la gastronomía a Inditex, pasando por Juan Pardo.
Particularmente noso e identitario es el criterio en los informativos. El día anterior a la pegada de carteles, ...
'Por sexta vez en nuestra historia, nuestro país elige...', comenzó ayer la información electoral en la televisión autonómica gallega. La TVG ha sido un pilar decisivo en la creación del fuerte componente regionalista del Partido Popular en Galicia, lo que Fraga acuñó con el concepto de 'autoafirmación'. Por eso, el término omnipresente en la pantalla pública es o noso, a nosa (lo/a nuestro/a). Es nuestro/a desde la gastronomía a Inditex, pasando por Juan Pardo.
Particularmente noso e identitario es el criterio en los informativos. El día anterior a la pegada de carteles, última oportunidad de dar información no centrada en lo electoral, la secuencia de los titulares fue: las secuelas de los atentados del 11 de septiembre en EE UU; la Xunta invertirá un billón de pesetas en infraestructuras hasta el año 2010, 'asegurando la total convergencia con España y Europa'; Ana Botella asiste a una convención de mujeres rurales en Lugo; los obispos instan a votar a los partidos antiabortistas; Aznar critica a Arzalluz; el Dépor; un perro muerde en la cabeza a un niño de siete años.
Ayer, el arranque de la campaña catódica resultó también peculiar. El del PP fue el único directo en el que se insertaron planos de detalle de público -que parecía el menos numeroso de todos-. En la información sobre los integrantes de las listas, los candidatos populares aparecían en actos públicos, mientras que las imágenes de nacionalistas y socialistas eran claramente planos cortos, de archivo. La pieza del partido en el Gobierno finalizaba con una panorámica de miles de asistentes a un gran mitin que, obviamente, no se celebró ayer.
Con esta sobredosis del posesivo, no es extraño que hace dos chupinazos electorales, el informador encargado de seguir al PP preguntase a un Fraga todavía escoba en mano: 'Presidente, ¿cómo va nuestra campaña?'. A ver cómo va ésta.