Crónica:FÚTBOL | Sexta jornada de Primera División

Donato rescata al Deportivo

Un golazo del hispano-brasileño le permite al equipo gallego empatar ante el Villarreal

Un golazo de otro mundo del hechicero Donato -el balón cogió un efecto endiablado- rescató a un Deportivo plano que estuvo a merced del Villarreal. Al equipo de Víctor Muñoz, más juicioso con el cuero, sólo lo superó Donato, que se acordó por supuesto en la celebración de Manuel Pablo, el compañero lesionado de gravedad.

Jorge López, riojano de 23 años, pide paso. Ayer aprovechó la visita de uno de los grandes -el Deportivo- para dejar constancia de su técnica prodigiosa. Pocos futbolistas de la Liga mantienen semejante idilio con el balón: un regate largo en el que se va de tres, un pa...

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Un golazo de otro mundo del hechicero Donato -el balón cogió un efecto endiablado- rescató a un Deportivo plano que estuvo a merced del Villarreal. Al equipo de Víctor Muñoz, más juicioso con el cuero, sólo lo superó Donato, que se acordó por supuesto en la celebración de Manuel Pablo, el compañero lesionado de gravedad.

Jorge López, riojano de 23 años, pide paso. Ayer aprovechó la visita de uno de los grandes -el Deportivo- para dejar constancia de su técnica prodigiosa. Pocos futbolistas de la Liga mantienen semejante idilio con el balón: un regate largo en el que se va de tres, un pase profundo a la espalda de la defensa deportivista, un toque con el exterior del pie..., en fin, ese tipo de cosas por las que se paga una entrada.

VILLARREAL 1| DEPORTIVO 1

Villarreal: López Vallejo; Roca, Quique Álvarez, Unai, Arruabarrena; Jorge López, Amor (Guayre, m. 75), Galca, Calleja (Quique Martín, m. 73); Víctor; y Palermo. Deportivo: Molina; Héctor, Naybet, Donato, Capdevila; Scalloni (Tristán, m. 45), Emerson, Mauro Silva (Sergio, m. 72), Amavisca; Valerón; Makaay (Víctor, m. 75). Goles: 1-0. M. 2. Magnífico pase en profundidad de Jorge López a Calleja que cede atrás para que Víctor, solo, marque a placer. 1-1. M. 63. Golazo de Donato en una falta desde fuera del área. El balón coge un efecto endemoniado y se cuela por la escuadra que protegía el portero, López Vallejo. Árbitro: López Nieto. Amonestó a Amor, Calleja, Arruabarrena, Donato, Tristán, Amavisca, Héctor y Víctor. Unos 17.000 espectadores en el Madrigal.

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Jorge López busca a menudo la complicidad del pequeño Víctor. Paredes, caños y desmarques varios que les permiten superar al adversario. Como en el primer gol. Magristral combinación. Jorge López resquebraja de un toque de fantasía la línea defensiva del Depor, Calleja empuja hacia atrás y Víctor, que llega solo, emboca. Víctor Fernández, delantero extremeño de 27 años, que, sorprendentemente, sólo ha sido una vez internacional, y que se la tiene jurada al Deportivo: le ha marcado ya nueve goles en sus enfrentamientos.

Hay un diálogo evidente entre Víctor y Jorge López. Palermo, en cambio, está en otro partido: corre abnegadamente detrás del balón, lo toca poco -normalmente de cabeza- y conoce perfectamente sus limitaciones. También sus virtudes, siempre al acecho: el remate, el cuerpo a cuerpo y la imperiosa necesidad por triunfar. Es un ambicioso obsesivo. Aunque ayer estuvo desaparecido.

Siempre pos escasos centímetros, el Deportivo se pasó la primera parte en fuera de juego. Esa es la grandeza y el riesgo del sistema defensivo que implanta Víctor Muñoz: una línea que vive al filo de la navaja.

Tras el gol a los dos minutos, el Villarreal se replegó y se sintió muy cómodo ante el fútbol previsible del Deportivo, que no encontraba otro argumento más allá de Valerón. Al media punta canario le faltaron referencias en el ataque: Irureta dispuso de inicio a un solo delantero (Makaay). Se esperaba a Tristán e Irureta le dio paso tras el descanso. Pero el Villarreal siguió tan pancho. Es un equipo que exprime al máximo sus recursos. Sabe qué hacer en cada momento con el balón. Todo lo contrario ayer en el Deportivo, que nunca le encontró el hilo al encuentro. El que disparaba era Naybet; el que dirigía, Emerson. No le funcionó la cabeza al cuadro gallego. Notó, además, la desgraciada baja de Manuel Pablo, y ese extra de energía que le aporta el lateral derecho canario. Héctor, su sustituto, actuó con timidez.

El Deportivo, pues, estaba tieso: sin ambición ni juego. De ahí que se encomendara a su brujo de cabecera: Donato Gama da Silva, que se sacó un disparo esotérico. Cogió tal efecto el balón que el portero, López Vallejo, a pesar de estar ubicado en ese palo esperando el esférico, no fue capaz de detenerlo. Camino de sus 39 años, el eterno Donato se quitó la camiseta y enseñó otra zamarra dedicada a su compañero lesionado, Manuel Pablo. Y no sólo eso, sino que a punto estuvo de marcar de nuevo de falta un cuarto de hora después en otro lanzamiento magistral que salvó López Vallejo. Por el otro palo.

Con el empate, Víctor Muñoz tiró la casa por la ventana. Introdujo a Guayre y pasó a jugar con tres delanteros. El partido se abrió. Ninguno de los dos quería ya el empate. Demasiado poco. Ahora sí el Depor enseñó su superioridad. Encontró espacios para el compás de Valerón. Y para las subidas de Naybet, que se estrelló el balón en el poste en el último suspiro.

Mauro Silva disputa un balón a Víctor.ÁNGEL SÁNCHEZ
Los jugadores del Deportivo felicitan a Donato tras el empate.DIARIO AS

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