VUELTA 2001 | Duodécima etapa

Los favoritos hacen cálculos después de los Pirineos

41 segundos dan para muchas conjeturas, y más si hasta el podio de Madrid quedan todavía tres etapas señaladas. Una subida de categoría especial y desconocida en la Vuelta (Aitana, una base militar de Alicante; el domingo), una doble ascensión al alto de Abantos (el penúltimo día, el sábado siguiente) y, como remate, una contrarreloj de 38 kilómetros por las calles de Madrid. El final soñado por Unipublic: incertidumbre en el liderato en la último etapa, suspense hasta el último kilómetro. Una imitación del duelo LeMond-Fignon de 1989 en París, pero a la española. De momento son sueños, nada m...

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41 segundos dan para muchas conjeturas, y más si hasta el podio de Madrid quedan todavía tres etapas señaladas. Una subida de categoría especial y desconocida en la Vuelta (Aitana, una base militar de Alicante; el domingo), una doble ascensión al alto de Abantos (el penúltimo día, el sábado siguiente) y, como remate, una contrarreloj de 38 kilómetros por las calles de Madrid. El final soñado por Unipublic: incertidumbre en el liderato en la último etapa, suspense hasta el último kilómetro. Una imitación del duelo LeMond-Fignon de 1989 en París, pero a la española. De momento son sueños, nada más. Queda media Vuelta, una eternidad.

Hacer cálculos es arriesgado en esta carrera, tan dada a los vaivenes. Pero Casero y Juan Fernández por un lado, y Sevilla y Belda por otro han salido de los Pirineos con la calculadora en la mano. 41 segundos, tres etapas clave, dos de montaña, una de llano...

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Para Casero, las cuentas empezaron a cuadrar ayer. Se había fijado un tope de 20 segundos para perder en la cronoescalada con Sevilla, y la desventaja fue menor. Sólo cuatro segundos. 'Salgo bien parado de los Pirineos', reconoce. 'Tengo que seguir defendiéndome en la alta montaña, perdiendo un tiempo mínimo, y esperar a la contrarreloj larga del final'. Su director le ofrece otras referencias. Le recuerda que el año pasado tropezó con Heras en el Angliru, y que en 2001 no hay Angliru. 'Aquí ha dado un paso importante para ganar la Vuelta', insiste Juan Fernández.

Sevilla hace sus propios cálculos, y evidentemente no coinciden con los del Festina. 'Todo sigue más o menos igual', dice el manchego. Cree que en Aitana y Abantos puede aumentar los 41 segundos. 'Y, en Madrid, no dependerá tanto de ser contrarrelojista o no, sino que ganará quien más fuerzas tenga'. Vicente Belda le ofrece más pistas: 'Con dos minutos puede valernos. Hay que tener en cuenta que Óscar no va tan mal en las contrarreloj llanas. No está tan debajo de Casero como parece'.

La apuesta de Jiménez

El Chava, con sus tres etapas, no se incluye en la lucha, pero se permite opinar. 'Casero es amigo, y compañero durante muchos años en el Banesto', aclara, 'pero prefiero que gane Sevilla'. Él, tan dado a meterse en charcos, está aprendiendo al menos a salir airoso: 'Bueno, prefiero a Sevilla porque es escalador, como yo. Me gustaría que gane un escalador más que un contrarrelojista'. El Chava ya sabe incluso manejar las polémicas. Le preguntan sobre su exclusión del equipo en el Tour y contesta. 'También he estado a punto de no venir a la Vuelta. El primero que dudaba sobre mí era yo mismo'.