Maragall afirma que tras la tragedia de EE UU el Fòrum 2004 tiene más sentido que nunca

El PSC propone abrir un diálogo con el movimiento alternativo en el Parlament

Pasqual Maragall reclamó ayer a las organizaciones no gubernamentales (ONG) comprometidas con el movimiento antiglobalización que 'se mojen políticamente' y tracen una 'nítida línea de separación' con los grupos violentos que a su juicio practican la vieja táctica trotsquista del 'entrismo' en el movimiento. El líder del PSC explicó que ha propuesto a las ONG pacifistas abrir un diálogo con los partidos democráticos, en el marco del Parlament y se mostró convencido de que es factible llegar a acuerdos con ellas.

El padre de la idea del Fòrum Barcelona 2004, Pasqual Maragall, se refirió ...

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Pasqual Maragall reclamó ayer a las organizaciones no gubernamentales (ONG) comprometidas con el movimiento antiglobalización que 'se mojen políticamente' y tracen una 'nítida línea de separación' con los grupos violentos que a su juicio practican la vieja táctica trotsquista del 'entrismo' en el movimiento. El líder del PSC explicó que ha propuesto a las ONG pacifistas abrir un diálogo con los partidos democráticos, en el marco del Parlament y se mostró convencido de que es factible llegar a acuerdos con ellas.

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El padre de la idea del Fòrum Barcelona 2004, Pasqual Maragall, se refirió ayer por vez primera en público a la crisis provocada por la dimisión de Josep Caminal como consejero delegado de la organización. Criticó a quienes consideran un inconveniente que el Fòrum aborde un asunto que está en la primera página de la agenda internacional, el diálogo de las culturas para la paz. Maragall afirmó que después de los atentados contra Estados Unidos el Fòrum 2004 'no es un peligro, sino una gran oportunidad' y tiene más sentido que nunca. El dirigente socialista mostró una cierta incredulidad por los motivos alegados por Caminal para renunciar. 'No comprendo cómo alguien puede dejar una organización porque tiene demasiado dinero', dijo, 'ni porque sus objetivos sean demasiado ambiciosos'.

Los 51.000 millones de pesetas puestos a disposición del Fòrum 2004 son una tercera parte de lo que costó organizar los Juegos Olímpicos de 1992, recordó. Lo lógico sería, añadió, que disponer de una cantidad así 'fuera más bien un acicate y un motivo de entusiasmo'.

El líder socialista consideró revelador que la dimisión de Caminal y la subsiguiente crisis en el organigrama del Fòrum 2004 se produjeran 24 horas después de que en la Conferencia Internacional Interreligiosa convocada en Barcelona por la Comunidad de San Egidio se manifestara la esperanza de que Barcelona sea en 2004 un escenario de diálogo para la paz. Esto indica claramente, destacó Maragall, que el Fòrum 2004 'no es un peligro sino una oportunidad'. Debe servir, agregó, para tender puentes que permitan 'optar por la paz en el dilema fatídico entre diálogo o choque de civilizaciones de que tanto se habla estos días'.

'Hemos pactado un marco de diálogo con el movimiento pacífico antiglobalización', explicó ayer Maragall al centenar de asistentes a la clausura de la Escuela de verano del PSC, que se ha celebrado en La seu d'Urgell. El programa de esta escuela, preparado por José Borrell, versaba monográficamente sobre la globalización. Y el azar quiso que un día antes de la apertura se produjera el ataque terrorista contra Estados Unidos, que entre otras cosas ha puesto sobre la mesa numerosos aspectos del fenómeno de la globalización.

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Maragall habló de todo ello ayer en su discurso de clausura. Una intervención de una hora que le salió redonda, algo que sólo consigue cuando se dirige a auditorios afines, en la que dibujó el hilo que une los miedos que inquietan a la sociedad catalana, como los relacionados con la inmigración, y la zozobra que estos día agita al mundo entero, como el miedo a un conflicto global, incluso bélico, entre culturas o civilizaciones.

La sociedad catalana y española han de ser conscientes de que están muy cerca del foco de la inestabilidad al que Maragall se refirió así: 'Atención al Mediterráneo'. Mientras el Mediterráneo y Oriente Próximo no sean espacios de diálogo y colaboración, afirmó, 'las causas del conflicto seguirán creciendo y las migraciones serán imparables'.

La idea que Maragall se ha hecho del movimiento antiglobalización tras varios encuentros con ONG es, según explicó ayer, que 'aunque se digan antiglobalización, los pacíficos no apuntan a menos globalización, sino a más: la de la justicia, la del gobierno económico y la de la cooperación'.

Para el diálogo con esta parte del movimiento Maragall adelantó incluso el temario a discutir. En primer lugar, tres grandes asuntos que han sido eje de reivindiaciones en los últimos años: la puesta en marcha del Tribunal Penal Internacional; la lucha para la erradicación de la pena de muerte, y la condonación, total o parcial, de la deuda externa del Tercer Mundo. En segundo lugar, los asuntos más estrictamente económicos, como el debate sobre la tasa Tobin y la dedicación del 0,7% de los presupuestos públicos de los países ricos a cooperar en el desarrollo de los países pobres. Y en tercer lugar, los asuntos de carácter más sectorial que se multiplican día a día: el comercio justo, la banca ética, los libros gratuitos para los escolares, la extensión de la salud pública en los países atrasados, etcétera.

Para que el diálogo entre los partidos del movimiento antiglobalización sea viable es 'fundamental', advirtió Maragall, que las ONG pacíficas se 'mojen políticamente, aunque son muy reacias a ello, pero en un sentido muy específico: trazar una línea nítida entre ellos y las minorías violentas'. El objetivo sería que el diálogo se concretara en líneas de acción positiva que puedan incidir en las inquietudes que anidan en la sociedad. Y en particular, señaló, en los sectores sociales más vulnerables, en los barrios populares. Lo que se observa en los sondeos sobre el estado de ánimo de la gente es, dijo, 'la pequeña inseguridad provocada por los problemas de la calle y la gran inseguridad provocada por la globalización y por el choque de las migraciones'.