El Gobierno navarro cree que 'la mano del hombre' está tras el incendio que arrasó 430 hectáreas en Gallipienzo

Equipos de bomberos de diversos parques de Navarra controlaron ayer el peor incendio sufrido por la comunidad foral desde 1994, cuando ardieron más de 1.300 hectáreas de monte arbolado en el término de Petilla de Aragón. Las llamas calcinaron 430 hectáreas de monte bajo y arbolado en la sierra de San Pedro, situada entre los términos municipales de Gallipienzo y Ujué, a unos treinta kilómetros al sureste de Pamplona. El siniestro se inició en la tarde del miércoles en Gallipienzo por motivos que aún se desconocen, aunque el director general de navarro de Interior, Alfredo González, aventuró q...

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Equipos de bomberos de diversos parques de Navarra controlaron ayer el peor incendio sufrido por la comunidad foral desde 1994, cuando ardieron más de 1.300 hectáreas de monte arbolado en el término de Petilla de Aragón. Las llamas calcinaron 430 hectáreas de monte bajo y arbolado en la sierra de San Pedro, situada entre los términos municipales de Gallipienzo y Ujué, a unos treinta kilómetros al sureste de Pamplona. El siniestro se inició en la tarde del miércoles en Gallipienzo por motivos que aún se desconocen, aunque el director general de navarro de Interior, Alfredo González, aventuró que, dada la reiteración de incendios en determinadas zonas, 'la mano del hombre puede estar presente' en su origen. 'No puede deberse siempre a causas naturales', dijo.

Cerca de un centenar de bomberos llegados desde Pamplona, Tafalla y Sangüesa, además de equipos de Policía Foral y Guardia Civil, trabajaron durante quince horas para extinguir el fuego, que se desplazó hacia la localidad de Ujué. Para controlar las llamas, extinguidas definitivamente a mediodía, fueron necesarios, además, dos helicópteros y una avioneta, así como la colaboración de numerosos guardas forestales que vigilaron el área durante toda la noche.

Los terrenos calcinados estaban ocupados por pastizales, especies arbustivas de monte bajo y bosque de pino de Alepo adulto, además de coscoja, un árbol similar a la encina. El incendio se produce justo un año después del fuego que destruyó 102 hectáreas del monte Ezkaba, el pulmón natural de Pamplona. Su origen fue un bote de humo lanzado durante unos ejercicios antidisturbios que realizaban unos soldados en el cuartel militar de Aizoáin. Los daños superaron los 40 millones de pesetas.

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