Cuatro muertos y 26 heridos al caer un avión en Málaga

Un motor falló a 5 minutos de aterrizar

Un avión CN-235 de la compañía Binter Mediterráneo, procedente de Melilla, se desplomó ayer sobre la carretera N-340, a 230 metros de la pista del aeropuerto de Málaga. 'Sentimos una fuerte explosión y vi cómo el motor izquierdo se paraba', explicó un pasajero. El fallo se produjo a cinco minutos del aterrizaje. La pericia del piloto, Mariano Hernández Ruano, uno de los cuatro fallecidos, evitó una catástrofe mayor. Veintiséis de los 47 ocupantes del avión resultaron también heridos. Trece seguían anoche hospitalizados.

Además del comandante Hernández Ruano, de 55 años, jefe de pilotos ...

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Un avión CN-235 de la compañía Binter Mediterráneo, procedente de Melilla, se desplomó ayer sobre la carretera N-340, a 230 metros de la pista del aeropuerto de Málaga. 'Sentimos una fuerte explosión y vi cómo el motor izquierdo se paraba', explicó un pasajero. El fallo se produjo a cinco minutos del aterrizaje. La pericia del piloto, Mariano Hernández Ruano, uno de los cuatro fallecidos, evitó una catástrofe mayor. Veintiséis de los 47 ocupantes del avión resultaron también heridos. Trece seguían anoche hospitalizados.

Además del comandante Hernández Ruano, de 55 años, jefe de pilotos de la compañía, que falleció en la mesa de operaciones horas después del accidente, murieron Emilio Martínez Plaza, de 67 años, y Mohamed Mohamed Uassani, de 46, ambos residentes en Melilla, así como el ciudadano francés Hervé Troadec, de 41 años. Otros cuatro de los 26 heridos se encontraban graves.

El accidente ocurrió a las 10.17, dos minutos después de que el piloto comunicase a la torre de control de Málaga que iba a efectuar un aterrizaje de emergencia. Tras arrastrarse unos doscientos metros sobre un descampado, el morro del avión quedó sobre la antigua carretera de Málaga-Cádiz. Los pasajeros, que tuvieron que abrir a patadas las puertas del aparato y vivieron momentos de pánico ante el temor a que éste se incendiara, denunciaron el retraso de los equipos de emergencia, a pesar de que el siniestro se produjo justo al lado del aeropuerto, lo que negaron las autoridades.

El de ayer fue el cuarto accidente de un CN-235 en este año. El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, pidió la 'inmediata sustitución' de los aparatos de este modelo, un compromiso que adquirió en junio pasado la compañía Air Nostrum cuando compró a Iberia su filial Binter Mediterráneo. 'Nos hemos quejado y mucho de estos aviones en los últimos años', dijo Imbroda, quien en abril vivió un aterrizaje de emergencia.

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