El ejemplo de los grandes

Hasta que arrancaron la pasada temporada con Vicente del Bosque y Lorenzo Serra Ferrer en sus respectivos banquillos no habían coincidido dos técnicos españoles al frente del Real Madrid y el Barcelona desde la temporada 1968-1969, cuando lo hicieron Miguel Muñoz -nadie tiene más títulos de Liga: 9- y Salvador Artigas.

Ahora el Madrid sigue apostando por Del Bosque, el último campeón. A su vez, el Barcelona, aunque ha cambiado, continúa confiando en un hombre de la casa, Carles Rexach. Una postura tan poco usual en él que sólo dos de los 16 triunfos que ha obtenido en el campeonato fuer...

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Hasta que arrancaron la pasada temporada con Vicente del Bosque y Lorenzo Serra Ferrer en sus respectivos banquillos no habían coincidido dos técnicos españoles al frente del Real Madrid y el Barcelona desde la temporada 1968-1969, cuando lo hicieron Miguel Muñoz -nadie tiene más títulos de Liga: 9- y Salvador Artigas.

Ahora el Madrid sigue apostando por Del Bosque, el último campeón. A su vez, el Barcelona, aunque ha cambiado, continúa confiando en un hombre de la casa, Carles Rexach. Una postura tan poco usual en él que sólo dos de los 16 triunfos que ha obtenido en el campeonato fueron rubricados por preparadores españoles: Romà Forns, en 1929, y Josep Samitier, en 1945.

El ejemplo de los grandes ha cundido entre los demás clubes, que parecen haber desterrado sus últimos miedos para apostar por los entrenadores nacionales.

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De otra manera no se entenderían casos impensables hace apenas un lustro. Como el de Pepe Mel, el responsable del Tenerife. Hace apenas dos años y medio, Mel, un reputado goleador formado en la cantera madridista y que llegó a ser pichichi de Segunda con el Betis, se preparaba para obtener el carné de entrenador mientras dirigía en la categoría Preferente al modesto El Álamo, de Madrid. Al año siguiente saltó al Coslada, al que clasificó para la liguilla de ascenso a Segunda B. El Coslada no subió, pero sí Mel, que firmó con el Mérida y, al desmantelarse este club por problemas económicos, recaló en el Murcia. De ahí, al Tenerife y... a Primera.

Una carrera fulgurante y a la que la moda del técnico español le ha venido muy bien.

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