El Conde Duque reúne a Merche Esmeralda con Manolete
El flamenco se pone en danza en el Cuartel del Conde Duque por arte de Merche Esmeralda y Manolete, con sus respectivas compañías. Ambos artistas se conocieron en 1979 y, aunque han actuado muchas veces juntos, tenían ganas de volver a hacerlo. Las dos compañías intercalan sus salidas al escenario 'para conseguir una actuación in crescendo', según Merche Esmeralda. 'Queremos que el espectáculo tenga movimiento y colorido, por eso empieza Manolete con Martinete, A Manolete (farruca) y luego salgo yo con Tormenta de arena, que es un recuerdo a las víctimas del terrorismo', s...
El flamenco se pone en danza en el Cuartel del Conde Duque por arte de Merche Esmeralda y Manolete, con sus respectivas compañías. Ambos artistas se conocieron en 1979 y, aunque han actuado muchas veces juntos, tenían ganas de volver a hacerlo. Las dos compañías intercalan sus salidas al escenario 'para conseguir una actuación in crescendo', según Merche Esmeralda. 'Queremos que el espectáculo tenga movimiento y colorido, por eso empieza Manolete con Martinete, A Manolete (farruca) y luego salgo yo con Tormenta de arena, que es un recuerdo a las víctimas del terrorismo', señala esta bailaora, que ha exhibido su arte incluso en el cine, en Flamenco, dirigida por Carlos Saura, y en Alma gitana, de Chus Gutiérrez.
La primera parte de la nueva función, en el Conde Duque, se cierra por alegrías. 'No hemos tenido suficiente tiempo para preparar algo entre Manolete y yo, porque los dos teníamos compromisos que cumplir', lamenta Esmeralda. Aun así, las dos compañías se unen al final del espectáculo, a modo de apoteosis.
La actuación se integra dentro del ciclo En clave de danza de los Veranos de la Villa, donde el público ya ha podido degustar otros estilos de baile, como el clásico o el étnico. Merche Esmeralda, que se inició en el cante a los 12 años y logró plaza como bailaora solista en un festival a los 16, cree que el público no tiene por qué saber mucho de danza para disfrutar con su espectáculo. 'Yo no entiendo mucho de pintura abstracta, por ejemplo, y visito los museos de las grandes ciudades, así que creo que es una cuestión de piel, de sensibilidad; no hace falta que el espectador distinga una alegría de una bulería, sino que le guste lo que ve y oye y se le pongan las palomitas en el estómago y la piel de gallina', sentencia. Merche Esmeralda dirige su propia compañía de danza, que refundó en 1996, y está presente en las citas de arte flamenco más importantes del país. La última vez que actuó en Madrid fue en la gala del flamenco ofrecida por el Teatro Real. 'Ahora tengo la gran oportunidad de enseñar otros trabajos a un público más extenso y me hace mucha ilusión'.