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El Madrid achaca su derrota al cansancio y las faltas del Valencia

'Nos costaba mucho enlazar pases y notamos el peso del partido de la Supercopa', se quejó Roberto Carlos en Mestalla. Ayer el brasileño se encerró en su casa y no cogió el teléfono. No quiso dar explicaciones de por qué juega mal el Madrid. Lo mismo hicieron sus compañeros. Lo mismo hizo Casillas, el mejor de su equipo el sábado, que advirtió de que se iba 'al pueblo', a Ávila, porque allí 'no hay cobertura' para móviles.

Los jugadores empiezan a estar hartos de las críticas y la presión a la que se ven sometidos desde el fichaje de Zidane. Saben que no están jugando bien y se sienten i...

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'Nos costaba mucho enlazar pases y notamos el peso del partido de la Supercopa', se quejó Roberto Carlos en Mestalla. Ayer el brasileño se encerró en su casa y no cogió el teléfono. No quiso dar explicaciones de por qué juega mal el Madrid. Lo mismo hicieron sus compañeros. Lo mismo hizo Casillas, el mejor de su equipo el sábado, que advirtió de que se iba 'al pueblo', a Ávila, porque allí 'no hay cobertura' para móviles.

Los jugadores empiezan a estar hartos de las críticas y la presión a la que se ven sometidos desde el fichaje de Zidane. Saben que no están jugando bien y se sienten impotentes. La temporada acaba de comenzar y en la primera semana han jugado dos encuentros de alta tensión: contra el Zaragoza, en la Supercopa, y el Valencia, en la Liga. Según fuentes del cuerpo técnico, con tres días de diferencia entre uno y otro partido y a mitad de camino de un estado físico óptimo, el cansancio también los golpeó en Mestalla.

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El Valencia volvió a meter la pierna y otro grande se fue al vestuario con los tobillos hechos una miseria. Suena a excusa, pero, cuando el técnico del Madrid, Vicente del Bosque se quejó de las 'interrupciones' en el juego y dijo que habían beneficiado al Valencia no le faltaron argumentos. Su equipo recibió 36 faltas.

El año pasado, el más perjudicado en su visita a Mestalla fue el Barcelona. Entonces Rivaldo se convirtió en el mayor blanco de los golpes valencianistas en un partido en el que las faltas locales ascendieron a 34. Eso sí, ganó el Barça (0-1). No se puede decir lo mismo del Madrid, que volvió a perder (1-0).

El equipo de Zidane, Figo y Raúl ha caído ante el Deportivo, el Inter y el Valencia. Sólo le ha ganado al Zaragoza, en el Bernabéu, y gracias a una jugada a balón parado -un córner en el minuto 73- que remató Raúl para abrir una lata que parecía sellada.

Zidane y Figo, distintos

El sábado, el Madrid volvió a jugar con Morientes arriba y Raúl, Figo y Zidane por detrás, girando en permanente movimiento con dos pivotes en la retaguardia, Flavio y Makelele, y un par de laterales aventureros, Roberto Carlos y Salgado. Todos vacilantes. Todos embarcados en la búsqueda de su sitio en la mecánica del juego colectivo. Y bajo una lluvia de patadas que les complicaba más las cosas.

El Madrid cometió 22 faltas y recibió 36. El jugador más castigado fue Figo, con siete, seguido de Zidane, que sufrió cinco en los primeros 28 minutos. Las respuestas de ambos ante los golpes fueron antagónicas: Zidane desapareció, o evitó las zonas calientes, y el árbitro no registró más faltas en su contra. Figo devolvió golpes (hizo cuatro faltas) y le mostraron una doble tarjeta amarilla: se perderá el encuentro contra el Málaga.

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