Martín Pallín advierte sobre las prisas a la hora de adecuar la justicia a la inmigración

El magistrado del Tribunal Supremo y conocido y activo defensor de los derechos humanos José Antonio Martín Pallín subrayaba ayer lo descolocados que ha cogido a todos los estamentos el fenómeno de la inmigración. En lo que se refiere a la Justicia, Martín Pallín pide que se haga un esfuerzo, aunque advierte que cualquier prisa es contraria a la imprescindible reflexión en la acción judicial.

'Yo siempre desconfiaré de una justicia a toda velocidad. La acción judicial ha de ser lenta en el tiempo', afirmaba ayer el magistrado en un descanso del curso sobre derechos humanos y justicia un...

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El magistrado del Tribunal Supremo y conocido y activo defensor de los derechos humanos José Antonio Martín Pallín subrayaba ayer lo descolocados que ha cogido a todos los estamentos el fenómeno de la inmigración. En lo que se refiere a la Justicia, Martín Pallín pide que se haga un esfuerzo, aunque advierte que cualquier prisa es contraria a la imprescindible reflexión en la acción judicial.

'Yo siempre desconfiaré de una justicia a toda velocidad. La acción judicial ha de ser lenta en el tiempo', afirmaba ayer el magistrado en un descanso del curso sobre derechos humanos y justicia universal en el que participa en el campus de la Universidad Internacional de Andalucía en La Rábida.

Martín Pallín recordaba el suceso ocurrido la pasada semana en Barcelona, en donde acabaron detenidos varias decenas de inmigrantes, para destacar los riesgos que puede conllevar una acción judicial cuya principal premisa sea la velocidad. 'Algunos de los casos de estas personas pueden llegar a recurrirse en los juzgados y, por supuesto, puede darse la situación de que los extranjeros sean avalados por la justicia, pero si ya han sido expulsados del país no habría nada que hacer'.

El magistrado del Supremo intervino en los cursos con una ponencia en la que destacó la supremacía de los derechos humanos sobre cualquier tradición cultural, por muy arraigada que esté en el derecho de un país. Así, Martín Pallín aseguró que desde el punto de vista penal internacional, la ablación del clítoris podría incluso considerarse como un delito de lesa humanidad.

En concreto, aseguró que el Código Penal es lo suficientemente claro para poder castigar estos delitos cometidos en territorio español, ya que se trata de una mutilación de gran impacto psicológico y que afecta el desarrollo de la personalidad.

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