Un juguete trampa mata a una mujer y hiere a su nieto en San Sebastián

El cochecito, abandonado en un bar, contenía una pequeña carga de pólvora

La explosión de un coche de juguete en el interior de un turismo que circulaba por el centro de San Sebastián mató, sobre las 10.45 de ayer, a una mujer de 62 años; causó heridas gravísimas a su nieto, de sólo 16 meses -que anoche se encontraba estable tras ser intervenido quirúrgicamente durante ocho horas-, y heridas leves a su hermano de cuatro años. Según los análisis de la Ertzaintza, el juguete contenía un recipiente metálico con una pequeña carga de pólvora preparada para estallar cuando se encendiera el interruptor. La investigación no excluye ninguna hipótesis sobre la autoría del ate...

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La explosión de un coche de juguete en el interior de un turismo que circulaba por el centro de San Sebastián mató, sobre las 10.45 de ayer, a una mujer de 62 años; causó heridas gravísimas a su nieto, de sólo 16 meses -que anoche se encontraba estable tras ser intervenido quirúrgicamente durante ocho horas-, y heridas leves a su hermano de cuatro años. Según los análisis de la Ertzaintza, el juguete contenía un recipiente metálico con una pequeña carga de pólvora preparada para estallar cuando se encendiera el interruptor. La investigación no excluye ninguna hipótesis sobre la autoría del atentado; tampoco la delincuencia común.

Las características especialmente sobrecogedoras de este atentado indiscriminado generaron ayer una notable confusión. Aunque durante horas se apuntó a una explosión fortuita, debido a un fallo en el mecanismo del juguete, la consejería vasca de Interior confirmó por la tarde que se trataba de un 'juguete trampa' cargado con una pequeña carga de unos 15 gramos de pólvora. El cochecito eléctrico estalló cuando María Francisca Eraunzetamurgil Alkorta lo manipulaba. Una esquirla le seccionó la arteria carótida, provocándole la muerte. Su nieto J. G. C., sentado a su lado en la parte trasera del turismo, resultó alcanzado de lleno por la explosión. Según el parte médico, presentaba estallido de ambos globos oculares y fractura craneal con pérdida de masa encefálica. En el Opel Corsa blanco viajaban también la madre -que bajó pidiendo auxilio con su hijo sangrando en los brazos-, la tía y un hermano del pequeño, aunque sólo este último sufrió heridas leves. Fue la tía la que entregó el mortal juguete a sus sobrinos. Lo recogió en el café-billar Txioka, en el centro de San Sebastián, donde trabaja. Alguien lo dejó abandonado en los servicios el pasado viernes, en plenas fiestas donostiarra, y ella decidió quedárselo ya que nadie lo reclamó durante el fin de semana. La consejería vasca de Interior no descarta ninguna hipótesis sobre la autoría del crimen, aunque en el comunicado difundido ayer señala que los indicios 'no apuntan en principio' hacia los sectores proetarras. El pequeño se encontraba anoche estable, dentro de la extrema gravedad, tras ser intervenido en el hospital Donostia durante ocho horas.

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