CULTURA Y ESPECTÁCULOS

Ilustres representantes de la música de cámara triunfan en Cantabria

El Festival Internacional de Santander derrama por el mapa de Cantabria sus múltiples actividades y nos demuestra que basta un 'trío' instrumental o un grupo reducido de voces, si poseen calidades reales e interpretan alta música, para concitar interés que deviene aclamación como en las grandes convocatorias. Así, en el claustro de la catedral el trío Zarabanda de Álvaro Marías -director y flautas barrocas-, Miguel Jiménez, violonchelista y Rosa Rodríguez, clavecinista, evocaron La Venecia de Tomaso Albinoni (1671-1750) en sonatas y conciertos originales del genial ...

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El Festival Internacional de Santander derrama por el mapa de Cantabria sus múltiples actividades y nos demuestra que basta un 'trío' instrumental o un grupo reducido de voces, si poseen calidades reales e interpretan alta música, para concitar interés que deviene aclamación como en las grandes convocatorias. Así, en el claustro de la catedral el trío Zarabanda de Álvaro Marías -director y flautas barrocas-, Miguel Jiménez, violonchelista y Rosa Rodríguez, clavecinista, evocaron La Venecia de Tomaso Albinoni (1671-1750) en sonatas y conciertos originales del genial diletante véneto -que así se titulaba uno de los grandes autores del barroco italiano- y de sus contemporáneos Benedetto Marcello, Antonio Vivaldi, Diogenio Bigaglia y Alessandro Santini. Con técnica virtuosista y a través de expresiones vivísimas se logró una comunicación tan efectiva y hermosa que obligó a los Zarabanda a prolongar su actuación con cuatro 'propinas'. Y es que asistimos a una de las grandes noches para la herencia de los venecianos y para la historia del grupo Zarabanda.

En Torrelavega sucedió otro tanto con los Madrigalistas de Praga, al interpretar composiciones fundamentales del Renacimiento como son La barca de Venezia a Padova, apunte de una forma dramática apoyada en lo madrigalesco, de Adriano Banchieri, y una selección de Madrigales guerreros y amorosos, del divino Claudio, o sea, Monteverdi, el autor de Orfeo y el Retorno de Ulises a la patria. Afinación milagrosa, empaste total, flexibilidad en la expresión de los afectos y pasiones, provocaron interminables ovaciones del público que llenaba el templo.

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