Ibarretxe reabrirá las negociaciones para integrar a IU en su gobierno

No es sólo una cuestión de coincidencia en la política de pacificación o del deseo de Ibarretxe de dar a su Gobierno una pátina de pluralidad admitiendo a una fuerza de implantación estatal. Más importantes le resultan al Ejecutivo nacionalista los tres votos de Izquierda Unida. Ante la previsible actitud abstencionista de Euskal Herritarrok en las votaciones en la Cámara, ya que no desea coincidir en ellas con populares y socialistas, los apoyos de la federación de izquierdas le pueden resultar decisivos al Gabinete: para empezar, en las decisiones de la Mesa de la Cámara, cuya importancia se...

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No es sólo una cuestión de coincidencia en la política de pacificación o del deseo de Ibarretxe de dar a su Gobierno una pátina de pluralidad admitiendo a una fuerza de implantación estatal. Más importantes le resultan al Ejecutivo nacionalista los tres votos de Izquierda Unida. Ante la previsible actitud abstencionista de Euskal Herritarrok en las votaciones en la Cámara, ya que no desea coincidir en ellas con populares y socialistas, los apoyos de la federación de izquierdas le pueden resultar decisivos al Gabinete: para empezar, en las decisiones de la Mesa de la Cámara, cuya importancia se demostró en los últimos meses de la pasada legislatura; para seguir, en la composición de las comisiones, o en la aprobación de los presupuestos, o para sacar adelante las propuestas de resolución que el lehendakari plantee en los anunciados plenos de septiembre sobre pacificación y de octubre sobre autogobierno.

Aunque Ibarretxe confía en ir logrando una serie de puntos de acercamiento con los socialistas, no los desea desde una posición de precariedad numérica. El lehendakari pretende plantear el deshielo con el PSE desde una mayoría consolidada a partir de la cual 'tender puentes', nunca desde la necesidad.

Así las cosas, la coalición de Gobierno e Izquierda Unida retomarán las negociaciones a finales de este mismo mes y antes en todo caso de que el Parlamento aborde la constitución de las comisiones (14 en la pasada legislatura, número que previsiblemente se mantendrá en ésta), cuestión que la Mesa de la Cámara tiene previsto tratar el próximo 6 de septiembre. Los contactos podrían abrirse con una nueva reunión entre Ibarretxe y Madrazo, aunque tampoco se considera imprescindible: las cosas quedaron en tal punto en junio que perfectamente pueden cerrarlas las respectivas delegaciones negociadoras.De hecho, según destacan fuentes de Izquierda Unida, en esta ocasión prácticamente sólo habría que hablar de dotaciones presupuestarias, ya que la federación considera aceptable el nivel de competencias y la organización de la cartera que se les ofrece, que englobaría las competencias sobre vivienda, asuntos sociales, inmigración y drogodependencias.

Un aumento suficiente en las partidas de vivienda y un compromiso para el incremento del salario social que permitieran a la coalición hacer visible con una cifra su logro en las conversaciones, aún sin tener la gestión del mismo, serán las claves de la negociación que fracasó el pasado mes de junio.

Comisiones Pese a su mayoría de 33 parlamentarios, la coalición gubernamental necesita tener permanentemente a su lado al grupo de Javier Madrazo, ya que los tres votos de IU, sumados a los 32 de populares y socialistas, le tendrían de otro modo en una permanente cuerda floja. Y no sólo en lo que se refiere a los plenos de la Cámara, sino en la propia Mesa del Parlamento vasco (donde la relación es de tres a dos siempre en favor de aquél al que apoye Izquierda Unida) y en las comisiones. Éstas mantendrán previsiblemente en la nueva legislatura la composición de 17 miembros que presentaban en la anterior, de los que el PNV y Eusko Alkartasuna contarán con ocho, los mismos que el Partido Popular, los socialistas y EH juntos. Otro empate que resolvería el único representante de Izquierda Unida en ellas.

Para no agotarse en un cotidiano tira y afloja y en una constante negociación con los de Madrazo, el PNV y Eusko Alkartasuna desean tenerlos en el Gobierno. Hasta Joseba Azkarraga, consejero de Eusko Alkartasuna, quien con una entrada de Izquierda Unida en el Gabinete perdería las competencias de Vivienda, la parte más vistosa de su actual cartera, ha resaltado la importancia de que la federación de izquierdas se sume al Ejecutivo. Y además, Izquierda Unida desea estar en el Gabinete. Sectores importantes y cualificados de IU-EB sufrieron un gran desencanto cuando las negociaciones se rompieron en junio.

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