El 'maillot' amarillo regresa a la ilustre familia Simon

François Simon, veterano de 32 años, cara arrugada, como de viejecita y pelo cano cortado a cepillo, es el cuarto hermano de una familia ciclista con una deuda pendiente. Sus otros tres hermanos, Pascal, Jerôme y Regis, se retiraron de la bicicleta después de haber ganado al menos una etapa del Tour cada uno, una gesta que el pequeño de los Simon, François, aún no ha conseguido. No obstante al benjamín de la familia -también el más pequeño en cuanto a talla-, le ha correspondido otro honor. Un honor del que pueden presumir pocos ciclistas: devolver el maillot amarillo al clan....

François Simon, veterano de 32 años, cara arrugada, como de viejecita y pelo cano cortado a cepillo, es el cuarto hermano de una familia ciclista con una deuda pendiente. Sus otros tres hermanos, Pascal, Jerôme y Regis, se retiraron de la bicicleta después de haber ganado al menos una etapa del Tour cada uno, una gesta que el pequeño de los Simon, François, aún no ha conseguido. No obstante al benjamín de la familia -también el más pequeño en cuanto a talla-, le ha correspondido otro honor. Un honor del que pueden presumir pocos ciclistas: devolver el maillot amarillo al clan.

Lo ha devuelto, además, en el lugar clave. Hace 18 años, durante el primer Tour que corrió Pedro Delgado y el primero que ganó Laurent Fignon, Pascal Simon era el líder cuando se cayó. El resultado fue una clavícula rota. Valientemente aguantó varios días con la fractura, pero finalmente se retiró: lo hizo justamente al pie del Alpe d'Huez.

Era un hecho tan anunciado (se sabía que el australiano O'Grady perdería ayer el liderato) que el bueno de François ya llevaba días contando cómo hablaba con su hermano y qué ilusión le hacía vestir el amarillo, aunque, reconocía, que no lo iba a conquistar de una forma muy brillante: lo hizo perdiendo más de 10 minutos con respecto al vencedor de la etapa, Armstrong.