El zapatero que rechazó una fortuna

En medio de las tiendas de grandes firmas internacionales se mantiene fiel a la tradición Exerez, un comercio destinado a la reparación de calzado y donde todavía un limpiabotas está dispuesto a sacar brillo a los zapatos por poco menos de 600 pesetas.

Ramón Exerez es el encargado de seguir con el negocio familiar que su abuelo fundó a principios de siglo. Desde esta posición de privilegio, Exerez ha visto cómo la calle de Ortega y Gasset, en la que se instalaron sus antepasados, se ha convertido en una zona de comercio de lujo.

'Lo que está sucediendo en esta calle es una locur...

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En medio de las tiendas de grandes firmas internacionales se mantiene fiel a la tradición Exerez, un comercio destinado a la reparación de calzado y donde todavía un limpiabotas está dispuesto a sacar brillo a los zapatos por poco menos de 600 pesetas.

Ramón Exerez es el encargado de seguir con el negocio familiar que su abuelo fundó a principios de siglo. Desde esta posición de privilegio, Exerez ha visto cómo la calle de Ortega y Gasset, en la que se instalaron sus antepasados, se ha convertido en una zona de comercio de lujo.

'Lo que está sucediendo en esta calle es una locura. Hace cinco años se abrieron los primeros negocios y hace tres fue el gran boom, pero lo de este año es increíble. Los millones corren sin parar. Rara es la semana que no viene alguien por la tienda a convencernos de que nos vayamos. La última vez nos ofrecieron 200 millones por poco más de los 12 metros cuadrados que tenemos. No vendimos. Tengo 15 años más de alquiler y estoy dispuesto a seguir con el negocio que fundó mi abuelo hasta que pueda', comenta el zapatero.

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Exerez es el único comercio de la calle de Ortega y Gasset en el que el tiempo se ha detenido. A un lado del local, un enorme banco de cuero, y en el suelo, unos apoya-pies en los que gente con tiempo libre disfruta del trabajo de un limpiabotas. Al otro lado, tres veteranos expertos en el trabajo de reparación de calzado colocan suelas y medias suelas.

'Me han tentado muchas veces, pero no necesito el dinero. En la vida no todo es dinero', concluye Exerez.

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