EL MAPA ENERGÉTICO ANDALUZ

¿Qué es un ciclo combinado?

Los grupos de ciclo combinado para la producción de energía eléctrica constan básicamente de una turbina de gas, máquina térmica en la que se quema el combustible (gas natural), aprovechando los gases de la combustión para impulsar la turbina propiamente dicha, y una turbina de vapor, que como su nombre indica está movida por vapor de agua producido en una caldera en la que se recupera el calor residual de los gases de escape de la turbina de gas que salen a muy elevada temperatura. Las dos turbinas citadas, la de gas y la de vapor, constituyen las máquinas motrices del grupo de ciclo combinad...

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Los grupos de ciclo combinado para la producción de energía eléctrica constan básicamente de una turbina de gas, máquina térmica en la que se quema el combustible (gas natural), aprovechando los gases de la combustión para impulsar la turbina propiamente dicha, y una turbina de vapor, que como su nombre indica está movida por vapor de agua producido en una caldera en la que se recupera el calor residual de los gases de escape de la turbina de gas que salen a muy elevada temperatura. Las dos turbinas citadas, la de gas y la de vapor, constituyen las máquinas motrices del grupo de ciclo combinado, que impulsan el generador (alternador) de energía eléctrica. Una central eléctrica que emplee esta tecnología puede constar lógicamente de uno o más grupos.

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Esta combinación de máquinas térmicas hace que el rendimiento de este tipo de centrales sea notablemente mayor que el de una central convencional. Del orden del 55% de la primera, frente a un 35%, por término medio de la segunda. De aquí se deriva una primera ventaja de los grupos de ciclo combinado, cual es el necesitar menos energía primaria para producir igual electricidad que una central convencional. Es decir, con los rendimientos antes señalados, con un metro cúbico de gas en una central de ciclo combinado se produce aproximadamente la misma energía eléctrica que con 1,6 metros cúbicos en una de tipo convencional. Esta ventaja de tipo energético se traduce lógicamente también en una ventaja de tipo medioambiental, ya que al precisar menos gas para la misma producción eléctrica las emisiones de CO2 de la central a la atmósfera son considerablemente más reducidas.

A ello hay que añadir que el combustible empleado en las centrales de ciclo combinado disminuye notablemente los niveles de emisiones contaminantes. Contrariamente a lo que ocurre con otros combustibles de origen fósil (carbón, derivados del petróleo), la combustión de gas natural no da prácticamente lugar a la emisión de partículas sólidas, ni SO2 (dióxido de azufre). La emisión de óxidos de nitrógeno es unas 15 veces inferior a la de las centrales convencionales.

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