Francia y Alemania bloquean el calendario de ampliación de la UE

La protesta antiglobalización altera la cumbre de Gotemburgo

Los líderes europeos reunidos ayer en la primera jornada de la cumbre de Gotemburgo quisieron lanzar a los países del Este el mensaje de que la ampliación de la UE 'es irreversible' a pesar del parón irlandés al Tratado de Niza. Pero las discrepancias a la hora de fijar fechas sobre ese reto bloquearon el debate. Francia y Alemania impidieron que los Quince adoptaran el compromiso de acabar las negociaciones de adhesión a finales de 2002, límite esbozado en la cumbre de Niza.

En Niza, hace seis meses, los Quince expresaron su deseo de que las negociaciones terminaran en 2002 para que lo...

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Los líderes europeos reunidos ayer en la primera jornada de la cumbre de Gotemburgo quisieron lanzar a los países del Este el mensaje de que la ampliación de la UE 'es irreversible' a pesar del parón irlandés al Tratado de Niza. Pero las discrepancias a la hora de fijar fechas sobre ese reto bloquearon el debate. Francia y Alemania impidieron que los Quince adoptaran el compromiso de acabar las negociaciones de adhesión a finales de 2002, límite esbozado en la cumbre de Niza.

En Niza, hace seis meses, los Quince expresaron su deseo de que las negociaciones terminaran en 2002 para que los candidatos pudieran participar en las elecciones al Parlamento Europeo de 2004. Ahora, y tras el no irlandés al nuevo Tratado de la UE, se quería ir más lejos para reiterar el compromiso con la ampliación. Pero París y Berlín moderaron el plan. 'No es deseable una fecha global', afirmó el primer ministro francés, Lionel Jospin, que cree 'inoportuno' hablar de un calendario concreto. En términos similares se expresó su colega alemán, Joschka Fischer. Ambas posiciones se entienden mejor si se tiene en cuenta que los dos países, los más afectados por la ampliación, tendrán elecciones el año próximo.

Mientras, las protestas contra la globalización encabezadas por varios miles de jóvenes, las más violentas en el marco de una reunión comunitaria, trastornaron la agenda de la cumbre y obligaron a suspender la cena de gala de los jefes de Estado y de Gobierno en el centro de Gotemburgo. 'Es una tragedia', se lamentó Göran Persson, primer ministro sueco y anfitrión del encuentro.

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