Crónica

El tenis español sueña con su tercera final en París

Ferrero se arma de psicología para medirse a Kuerten; Corretja apela a su espíritu de sacrificio ante Grosjean

Todos los análisis concluyen en el mismo vértice. Las semifinales masculinas de Roland Garros van a constituir una considerable batalla de desgaste físico, pero lo que realmente va a marcar la evolución de los dos partidos será el aspecto psicológico. En este sentido, ayer, tanto Antonio Martínez Cascales, entrenador de Juan Carlos Ferrero, como Javier Duarte, técnico de Àlex Corretja, incidieron en el hecho de que la cuestión mental será fundamental. Los dos españoles buscan fórmulas que les den un cierto ascendiente sobre sus respectivos rivales, Gustavo Kuerten, el número uno del mundo, y S...

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Todos los análisis concluyen en el mismo vértice. Las semifinales masculinas de Roland Garros van a constituir una considerable batalla de desgaste físico, pero lo que realmente va a marcar la evolución de los dos partidos será el aspecto psicológico. En este sentido, ayer, tanto Antonio Martínez Cascales, entrenador de Juan Carlos Ferrero, como Javier Duarte, técnico de Àlex Corretja, incidieron en el hecho de que la cuestión mental será fundamental. Los dos españoles buscan fórmulas que les den un cierto ascendiente sobre sus respectivos rivales, Gustavo Kuerten, el número uno del mundo, y Sebastien Grosjean, 10º, pero cuarto en la clasificación por puntos del año. El objetivo es conseguir la tercera final española, tras las ya disputadas por Sergi Bruguera y Alberto Berasategui (1994) y Carlos Moyà ante Àlex Corretja (1998).

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'Juan Carlos está bastante más cerca de su máximo nivel que el año pasado, cuando perdió ante Guga en las semifinales de este mismo torneo', afirma Martínez Cascales, buscando un primer aspecto favorable. En aquel partido, Ferrero llegó a dominar por dos mangas a una. Y le rompió una vez el servicio al rival en el cuarto set. Pero acabó perdiendo. 'Ahora, llega aquí con mucha más experiencia, y con gran confianza en sus posibilidades. Lo que más me gusta de su juego en este torneo es precisamente su soltura y su confianza. Lo peor fue el partido contra el sueco Thomas Enqvist, en el que nunca se sintió cómodo en la pista'.

El único referente de Guga que Juan Carlos Ferrero quiere tener en la mente es su reciente victoria sobre él en la final del Abierto de Roma. 'Es un partido que me queda muy cercano', reconoció Ferrero. 'No me hace falta verlo en vídeo para recordarlo'. Allí, el jugador español pudo descubrir ya algunas debilidades de Kuerten que hoy intentará volver a explotar. 'La cuestión física puede ser decisiva', comenta Cascales. 'No digo que Kuerten esté mal, pero es evidente que ha sufrido bastante más desgaste que Juan Carlos. También su último enfrentamiento en Roma tendrá incidencia: mentalmente, Guga sabe que puede perder, porque Ferrero está en un gran momento. Y para nosotros sería bueno que no metiera un alto porcentaje de primeros saques'.

Todos los temores pasan por el hecho de que Ferrero no se sienta a gusto en la pista. 'Esa situación podría ponerle nervioso', incide su técnico. 'Pero es difícil que se dé. Juan Carlos siente mucho respeto por Kuerten, pero ya le ha ganado. Y sabe que si es capaz de rendir a un buen nivel, puede volver a hacerlo'.

El planteamiento, por tanto, es claro: intentar evitar los errores no forzados al principio del partido y buscar un buen porcentaje de primeros saques. '¿Y si, a pesar de todo pierde?', le preguntaron a Martínez Cascales. 'Entonces', respondió, 'cogerá un enfado y un cabreo muy fuerte hasta que se acueste. Pero al día siguiente estará bien. Y yo trataré de hacerle comprender que, pase lo que pase, lleva un año fabuloso y que, con los puntos que ya ha ganado, podrá optar al número uno mundial hasta el torneo de Indian Wells del próximo año'. Si gana a Kuerten se convertirá en número uno de la clasificacion por puntos, no de la de regularidad, que fue la que encumbró a Moyà y la más valorada por todos los jugadores. En ésta es cuarto.

Aunque medio en broma, Javier Duarte aportó un pronóstico al contencioso que se está dirimiendo estos días en París. 'Si Àlex gana', indicó con ironía, 'habrá final española, seguro'. Y argumentó su afirmación en el curioso dato de que cada vez que ha estado en una gran final, a su jugador le ha tocado jugar contra un español: le ocurrió con Alberto Berasategui en la final de Roland Garros de 1994 (perdió con Bruguera), en la final parisina de 1998 con Corretja (perdió ante Moyà), y en la final del Masters de 1998 también con Àlex (superó a Moyà).

El rival de Corretja, el francés Sebastien Grosjean, es uno de los tenistas más regulares de la temporada. En enero alcanzó las semifinales del Open de Australia y perdió frente a su compatriota Arnaud Clément, tras perder una bola de partido. Pero ahí no concluyó su año. Fue finalista en Marsella y semifinalista en Sydney y en Montecarlo. 'Creo', agrega Duarte, 'que una semifinal enfrenta a los dos mejores jugadores de tierra del año, y la otra a los dos que más han progresado en este torneo'.

El principal temor para Duarte es que Grosjean es ahora un jugador con una confianza absoluta en su juego, tras eliminar a Andre Agassi en los cuartos de final, y que cuenta con el apoyo del público, lo que le da un plus a su juego. 'Había estado jugando bien todo el año, pero aquí ha explotado', señala Duarte. 'Juega de forma muy similar a Agassi: golpes muy rectos y bolas muy bajas. Àlex deberá intentar sacar mejor para ganar puntos gratis, y mantener impertérrita su presencia en la pista: salir convencido de que va a ganar y con las ideas claras. Debe demostrarle a Grosjean que los errores propios no le afectan'. Ahora, eso es posible. En este Roland Garros, Corretja ha recuperado las ganas de jugar y el espíritu de sacrificio que siempre le han caracterizado. 'Le veo muy bien', explica y concluye Duarte: 'Su juego puede hacerle mucho daño a Grosjean. Pero para ganar deberá dar lo mejor de sí mismo'.