Clos pide al secretario general de la ONU más poder para las ciudades
Las ciudades quieren empezar ya a formar parte de la actividad de Naciones Unidas. El alcalde de Barcelona, Joan Clos, se reunió ayer con el secretario general de la ONU, Kofi Annan, para pedirle más autonomía para las ciudades y que éstas puedan participar en la Conferencia Internacional sobre Financiación del Desarrollo que se celebrará en marzo de 2002 en México. La entrevista con Annan se celebró en vísperas de la intervención mañana del alcalde ante la Asamblea General de la ONU. Clos será el primer alcalde en dirigirse al pleno de la organización.
Clos ha viajado a Nueva York como...
Las ciudades quieren empezar ya a formar parte de la actividad de Naciones Unidas. El alcalde de Barcelona, Joan Clos, se reunió ayer con el secretario general de la ONU, Kofi Annan, para pedirle más autonomía para las ciudades y que éstas puedan participar en la Conferencia Internacional sobre Financiación del Desarrollo que se celebrará en marzo de 2002 en México. La entrevista con Annan se celebró en vísperas de la intervención mañana del alcalde ante la Asamblea General de la ONU. Clos será el primer alcalde en dirigirse al pleno de la organización.
Clos ha viajado a Nueva York como portavoz del movimiento de las ciudades, que el mes pasado celebró una reunión mundial en Río de Janeiro (Brasil). Las dos organizaciones municipalistas -heredadas de la guerra fría; la capitalista Unión Internacional de Entidades Locales (IULA) y la socialista Federación Mundial de Ciudades (FMCU)- han iniciado un proceso de fusión y quieren que las ciudades dispongan de voz propia en las grandes conferencias políticas y económicas.
Las ciudades ya han puesto un pie en ONU en calidad de observadoras. A través del Comité Asesor de Autoridades Locales, que también preside Clos. El alcalde de Barcelona sugirió a Annan la posibilidad de que ese comité participe en la conferencia de México como símbolo del creciente protagonismo de los municipios, a la espera de que se concrete el objetivo de una Carta Mundial de Autonomía de las Entidades Locales, similar a la ya aprobada por el Consejo de Europa. Clos comentó que Annan se mostró 'bien predispuesto' ante la iniciativa. Annan aseguró que las ciudades estarán representadas en la conferencia de México y se mostró entusiasmado por las expectativas levantadas por la reunión de Río de Janeiro para solucionar la gravísima crisis de acumulación de población en los entornos urbanos.
En Río, se constató que la mitad de la población mundial vive en ciudades y que es necesario reforzar las instituciones políticas locales 'para gestionar mejor todo lo que toca al ciudadano', según señala Clos.
Más recursos
El alcalde de Barcelona fue uno de los defensores de la idea de que si los problemas de la globalización económica estallan en las ciudades -problemas de concentración, demanda de servicios, vivienda- lo menos que se puede plantear es que sean los poderes locales quienes los afronten. Lo que significa más reconocimiento y, sobre todo, mejor dotación presupuestaria.
A juicio de Clos, el primer paso que se debe dar es democratizar el poder local y lograr que los alcaldes sean cargos electos y, por tanto, actuar con el respaldo ciudadano y no por designación de otros poderes.
En Río se redactó una declaración que reclama a la ONU que movilice los recursos económicos necesarios para el desarrollo de las ciudades, que colabore con los gobiernos locales y que facilite instrumentos financieros a los municipios de los países en desarrollo. Ésa es la declaración que leerá mañana Clos ante la Asamblea General de Naciones Unidas y para la que utilizará el catalán en parte de su discurso.
El alcalde informó ayer a Annan sobre el contenido de su intervención y sobre el proceso de fusión de las dos organizaciones de ciudades, proceso que no es sencillo y que requiere de la elaboración de unos estatutos y la elección de una sede. También le trasladó la voluntad de las ciudades de aumentar su autonomía financiera, para asumir funciones que ahora están en manos de los estados, y su necesidad de disponer de 'voz y voto' en los programas internacionales de inversiones.