Otegi: 'Hoy sucede en un lado y mañana puede ocurrir en el otro'
Euskal Herritarrok (EH) mantuvo ayer su tónica habitual de no condenar las acciones de ETA, limitándose a mostrar su 'pesar' por el asesinato y su 'solidaridad' con los familiares y amigos de Santiago Oleaga. La coalición independentista difundió un comunicado en el que, con su habitual retórica, define el crimen como 'la cruda realidad de un conflicto político irresuelto' y reclama una 'solución democrática y definitiva' para 'superar el conflicto y sus graves y dolorosas consecuencias'.
El portavoz de EH, Arnaldo Otegi, entrevistado ayer por Radio Euskadi, se preguntó 'de qué valen la...
Euskal Herritarrok (EH) mantuvo ayer su tónica habitual de no condenar las acciones de ETA, limitándose a mostrar su 'pesar' por el asesinato y su 'solidaridad' con los familiares y amigos de Santiago Oleaga. La coalición independentista difundió un comunicado en el que, con su habitual retórica, define el crimen como 'la cruda realidad de un conflicto político irresuelto' y reclama una 'solución democrática y definitiva' para 'superar el conflicto y sus graves y dolorosas consecuencias'.
El portavoz de EH, Arnaldo Otegi, entrevistado ayer por Radio Euskadi, se preguntó 'de qué valen las definiciones políticas', queriendo explicar su falta de condena al atentado, cuando 'lo que hay encima de la mesa es un muerto más, una familia destrozada. Y eso sucede hoy en un lado y mañana puede ocurrir en el otro'. Otegi, quien definió la muerte a tiros del directivo de El Diario Vasco como 'un hecho trágico', se negó a pedir una nueva tregua a ETA con el argumento de que cuando la banda declaró la anterior en 1998 'no hubo peticiones públicas' a ETA.
Desacuerdo de los críticos
Los críticos de EH, agrupados en la corriente Aralar, mostraron en un comunicado su 'desacuerdo político' con los últimos atentados de la organización terrorista y en concreto con el perpetrado ayer en San Sebastián.
Tras mostrar su solidaridad y condolencia con los familiares y allegados de Oleaga, la corriente defiende la libertad de expresión y destaca que atentados como éste, 'además de ocasionar dolor humano y de la repudiación personal ética, no aportan ni constituyen ningún beneficio ni para Euskal Herria ni para los propios presos políticos vascos [en referencia a los reclusos etarras] ni para la clase trabajadora'.
Sin embargo, la corriente crítica subraya a continuación que el Gobierno central 'también tiene una responsabilidad en estos hechos, porque es un quehacer insoslayable de todos los políticos el de lograr la paz'.