Cuevas pide a los empresarios que moderen precios aun a costa de no aumentar beneficios

El patrón de patronos compareció ayer tras la junta directiva de CEOE para presentar un informe en el que se analiza el problema de la inflación en España. Pero más allá de los datos, Cuevas tenía un mensaje que dirigir a los empresarios: más vale moderar los precios y renunciar a aumentar beneficios porque la competitividad, el crecimiento económico y el empleo están en juego. La inflación no tiene culpables, es un problema de todos y requiere, según Cuevas, un gran acuerdo 'de toda la sociedad'.

La iniciativa de la CEOE se produce después de que desde el Ministerio de Economía se haya...

El patrón de patronos compareció ayer tras la junta directiva de CEOE para presentar un informe en el que se analiza el problema de la inflación en España. Pero más allá de los datos, Cuevas tenía un mensaje que dirigir a los empresarios: más vale moderar los precios y renunciar a aumentar beneficios porque la competitividad, el crecimiento económico y el empleo están en juego. La inflación no tiene culpables, es un problema de todos y requiere, según Cuevas, un gran acuerdo 'de toda la sociedad'.

La iniciativa de la CEOE se produce después de que desde el Ministerio de Economía se haya responsabilizado durante meses a los empresarios de los problemas de fondo de la inflación. El malestar llevó al vicepresidente Rodrigo Rato a aplazar la rebaja del impuesto de sociedades hasta conseguir el control de los precios. El detonante fue el recurso contra la tasa radioléctrica y el atribulado informe de la patronal sobre la burocracia administrativa.

Cuevas no quiso entrar en el juego de quién tiene la responsabilidad sobre la inflación -'siempre pretendemos buscar un culpable'-, pero sí asumió que algo le tocaba decir, sobre todo después de que la patronal catalana Fomento del Trabajo lanzara hace unos días a los empresarios una petición de moderar precios. Cuevas lo expresó así: 'Tenemos que activar esa nueva cultura empresarial que consiste en mantener los beneficios intentando absorber una parte significativa de los costes'.

Esta renuncia a ganar más y el reto que supone serviría para cortar la espiral de precios y salarios que ha llevado a la inflación al 4% cuando el objetivo es el 2%. Cuevas reconoció que su consigna a las empresas de que negocien salarios sobre la base de ese 2% ha fracasado. 'La recomendación no se está cumpliendo', dijo el presidente de CEOE; además, 'se están cerrando las negociaciones con más cláusulas de revisión que el pasado año'.

Cuevas intentó demostrar que ni los beneficios empresariales ni los salarios son responsables de la inflación y que el problema está en el sector público. Explicó que en los últimos años los costes laborales unitarios han aumentado un 14,5%; los beneficios empresariales, un 16%, y los impuestos y cotizaciones, un 33%.

La mitad del precio de la mayoría de los productos, añadió, está formada por impuestos directos, indirectos y cotizaciones sociales. En consecuencia, la primera medida que propone la patronal es que se rebajen los impuestos y las cotizaciones, como principal contribución del sector público al control de la inflación.

Cuevas argumentó que la presión fiscal (impuestos más cotizaciones sobre PIB) ha subido rápidamente en los últimos años y alertó de los 'peligrosos' nuevos impuestos autonómicos (la ecotasa balear, el impuesto sobre el ahorro extremeño o el de las grandes superficies catalán).

Reforma del sector público

La estructura del índice de precios al consumo (IPC) señala también al sector público, según CEOE. De entre las 110 subclases que integran el IPC, sólo 39 superan la media de inflación, y de ellas, 17 contienen bienes y servicios de precios administrados (regulados por el Gobierno) o en los que interviene de forma importante una tasa, un recargo o un precio público de origen central, autonómico o local.

Otros problemas relacionados con la inflación son las trabas burocráticas y administrativas, con especial incidencia en el precio del suelo. La patronal propone una simplificación en los trámites con el Estado, las comunidades y los ayuntamientos; que se ponga límite a la creación de empresas públicas en el ámbito autonómico y local; continuar con la política de privatizaciones; la adecuación de las plantillas de funcionarios 'a las necesidades de los servicios'; además de reducir el gasto corriente, aumentar el de inversión y afrontar el problema de las pensiones. La desregulación y liberalización de mercados, en especial el laboral, completan las propuestas de la CEOE.