Declarado desierto el concurso para construir y gestionar los grandes edificios del Fòrum

Medios hoteleros y de la Fira habían presionado para que no se efectuaran las adjudicaciones

Ni la propia sociedad de Infraestructuras ni el Ayuntamiento de Barcelona vincularon ayer la decisión de declarar desierto el concurso a la presión que han venido ejerciendo grupos hoteleros de Barcelona e instituciones como la Fira y la Cámara de Comercio para forzar su participación en la gestión de los citados tres proyectos del Fòrum, pese a que no se habían presentado al concurso internacional convocado en enero pasado. Después de haberse cerrado el plazo de recepción de ofertas, desde distintos medios hoteleros se criticó al consistorio barcelonés por confiar a la iniciativa privada equ...

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Ni la propia sociedad de Infraestructuras ni el Ayuntamiento de Barcelona vincularon ayer la decisión de declarar desierto el concurso a la presión que han venido ejerciendo grupos hoteleros de Barcelona e instituciones como la Fira y la Cámara de Comercio para forzar su participación en la gestión de los citados tres proyectos del Fòrum, pese a que no se habían presentado al concurso internacional convocado en enero pasado. Después de haberse cerrado el plazo de recepción de ofertas, desde distintos medios hoteleros se criticó al consistorio barcelonés por confiar a la iniciativa privada equipamientos de 'interés público' como un centro de convenciones. La Fira aspira a participar en la gestión de este centro para vincularlo a su actividad congresual.

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Los movimientos de esos sectores contaron con el apoyo del grupo municipal de Convergència i Unió. En el último plenario, este grupo pidió al alcalde, Joan Clos, que declarase desierto el concurso y que se creara una sociedad mixta -público-privada- para gestionar el centro de convenciones y el edificio del Fòrum. Esa petición fue reiterada ayer por CiU y el PP, cuyos representantes en el Consejo de Administración de la sociedad Infraestructuras 2004 también pidieron al alcalde un 'debate a fondo' sobre la cuestión, según explicó la concejal de CiU Joana Ortega.

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Responsables municipales comentaban no hace demasiados días lo 'improbable' de declarar desierto el concurso. Ayer, en cambio, insistían en que era la única opción porque las ofertas no se ceñían a los requisitos exigidos. 'Si se hubiera podido adjudicar, se habría hecho. No había otra opción que declarar desierto el concurso', insistía a este periódico el primer teniente de alcalde, Xavier Casas.

Formalmente, el Consejo de Administración de Infraestructuras 2004 declaró ayer desierto el concurso a instancias de la comisión técnica de valoración. Las cuatro ofertas fueron presentadas por el grupo español Soteras, el alemán Estrel Hotelbetrieb, el francés General Location y el anglosuizo Rectory Internacional.

De las cuatro, dos optaban a construir y gestionar las tres piezas: el centro de convenciones, el edificio Fòrum y el hotel. Se trata de la alemana Estrel -que explota el centro de convenciones de Berlín- y la anglosuiza Rectory International, con importantes inversiones hoteleras en Europa. La primera fue descartada, según la comisión, porque no presentó más documentación cuando le fue requerida. En cuanto a la oferta de la firma anglosuiza, fue rechazada porque la oferta económica 'no se ajustaba al nivel esperado', según afirmaron portavoces de Infraestructuras 2004. 'Sólo construir los edificios pueden representar un coste de 25.000 a 30.000 millones de pesetas, por lo que las ofertas debían tener cierto nivel', explicaba Casas.

Las otras dos firmas que concursaron, el grupo Soteras y el francés General Location, lo hicieron sólo para gestionar el centro de convenciones. El primero fue rechazado por no tener experiencia en la organización de grandes congresos como los que se programarán en el centro de convenciones, que tiene una capacidad para 15.000 personas, y en el edificio Fòrum, cuyo auditorio tiene cabida para 4.000. En cuanto a General Location, que gestiona tres palacios de congresos en Francia, la mesa técnica consideró que tenía suficiente experiencia y solvencia pero su oferta fue rechazada finalmente 'porque una serie de aspectos no se ajustan al pliego de las bases del concurso'.

La comisión afirma que en su decisión ha adoptado tres tipos de criterios técnicos: la experiencia, el plan de gestión presentado y la oferta económica. Sin embargo, la decisión de declarar desierto el concurso provocó dudas sobre su legalidad. El grupo municipal del Partido Popular solicitó ayer un informe al respecto.

Tras declarar desierto el concurso, se han tomado dos decisiones. La primera, abrir un procedimiento negociado con publicidad en el que se analizarán las ofertas que puedan hacer promotores interesados, siempre que cumplan algunos de los requisitos mínimos exigidos inicialmente en el concurso. Se trata de un procedimiento de selección más flexible en el que pueden negociarse los aspectos de la propueta con los interesados.

'No se trata de ninguna medida excepcional', precisó el primer teniente de alcalde, Xavier Casas. 'Se volverán a publicar las bases del concurso y tras un periodo aproximado de 30 días, las ofertas que se presenten se podrán negociar'. Casas no quiso pronunciarse sobre la posibilidad de llegar a acuerdos con el gremio de hoteleros de Barcelona o con otros promotores: 'No se descarta nada que pueda ser positivo y pueda funcionar. Ahora bien, quien esté interesado deberá presentarse', dijo.

La segunda decisión del consejo de administración de Infraestructuras 2004 fue licitar las obras de cimentación y construcción del centro de convenciones. Estas obras podrían representar un coste aproximado de 5.000 millones de pesetas, que serán aportados por la sociedad municipal. Con ello se persigue no poner en peligro el calendario previsto y garantizar que la primera parte de la obra esté lista para cuando se aclare quién construirá y quién explotará cada uno de los edificios. El único de los tres que tiene hasta ahora la financiación asegurada es el edificio Fòrum, obra del arquitecto Jacques Herzog. La Diputación de Barcelona asumirá la mayor parte del coste, alrededor de 5.000 millones de pesetas.