Villar Mir admite su preocupación y achaca el bloqueo a la reticencia de Francia a abrir su mercado

El veto a la compra de Cantábrico ha dejado a Juan Miguel Villar Mir 'extremadamente preocupado'. El presidente de Ferroatlántica, compañía que junto a la alemana EnBW controla el 60% de la eléctrica, atribuyó ayer la decisión del Gobierno de congelar los derechos políticos de las compañías con capital público en Cantábrico al 'cambio de actitud' del Ejecutivo francés. París bloqueó en marzo el intento de la Unión Europea de abrir el mercado del gas y la electricidad en 2005. Precisamente ayer, Bruselas anunció que denunciará a Francia ante los tribunales por su retraso en la liberalización de...

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El veto a la compra de Cantábrico ha dejado a Juan Miguel Villar Mir 'extremadamente preocupado'. El presidente de Ferroatlántica, compañía que junto a la alemana EnBW controla el 60% de la eléctrica, atribuyó ayer la decisión del Gobierno de congelar los derechos políticos de las compañías con capital público en Cantábrico al 'cambio de actitud' del Ejecutivo francés. París bloqueó en marzo el intento de la Unión Europea de abrir el mercado del gas y la electricidad en 2005. Precisamente ayer, Bruselas anunció que denunciará a Francia ante los tribunales por su retraso en la liberalización del gas.

Frente a la incertidumbre en Ferroatlántica, EnBW se mostró optimista. Un portavoz de la eléctrica comentó a la agencia Efe que no teme que fracase la operación. La socia alemana de Villar Mir está participada en un 25% por la estatal Electricité de France y el Gobierno ya había advertido de que el capital público sería clave en su decisión sobre la compra de Cantábrico. 'Claro que sabíamos que la ley existía, pero lo que no sabíamos era que la posición de Francia iba a cambiar hasta tal punto que afectaría a la situación', indicó Villar Mir en una conferencia de prensa previa a la junta de accionistas de la constructora OHL, que también preside. 'Nuestros asesores siguen pensando que no se puede aplicar la disposición 27 a Ferroatlántica', concluyó. A esa cláusula, contenida en la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos Generales de 2000, recurrió el lunes pasado el Ejecutivo para suspender los derechos políticos de la empresa presidida por Villar Mir y del otro bloque de accionistas mayoritarios en Cantábrico, el formado por Cajastur y el grupo Electricidade de Portugal (participada en un 30% por el Gobierno portugués).

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'Controlamos el 60% de Hidrocantábrico, pero no podemos ejercer nuestro derecho de voto. ¿Cómo funciona eso?', se preguntó el empresario. En la estrategia futura de Ferroatlántica caben ahora todas las posibilidades, entre ellas buscar otro socio a quien EnBW pueda vender su parte. Pero antes de llegar a este extremo, la compañía dispone de 10 días desde la comunicación por escrito de la resolución para presentar alegaciones. A las once de la mañada de ayer, según Villar Mir, la documentación no había llegado a sus manos, aunque fuentes de Economía dijeron que fue enviada el lunes por la tarde.

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