Elecciones en el País Vasco

Los vascos piden a su futuro Gobierno que recomponga la unidad de los demócratas

Los encuestados añoran los tiempos del Pacto de Ajuria Enea entre nacionalistas y no nacionalistas

La sociedad vasca añora los tiempos del Pacto de Ajuria Enea, cuando todos los demócratas, nacionalistas y no nacionalistas, cerraban filas frente al terrorismo. Así lo evidencian los resultados del sondeo realizado entre el 25 de abril y el 3 de mayo por Demoscopia en 125 municipios del País Vasco, del que EL PAÍS adelantó ayer la intención de voto y ofrece hoy la segunda parte.

Cuando se pregunta a los encuestados (1.814 en total) cuál debería ser la prioridad del próximo Gobierno vasco, la mayoría responde que la recuperación del entendimiento y la convivencia entre nacionalistas y n...

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La sociedad vasca añora los tiempos del Pacto de Ajuria Enea, cuando todos los demócratas, nacionalistas y no nacionalistas, cerraban filas frente al terrorismo. Así lo evidencian los resultados del sondeo realizado entre el 25 de abril y el 3 de mayo por Demoscopia en 125 municipios del País Vasco, del que EL PAÍS adelantó ayer la intención de voto y ofrece hoy la segunda parte.

Cuando se pregunta a los encuestados (1.814 en total) cuál debería ser la prioridad del próximo Gobierno vasco, la mayoría responde que la recuperación del entendimiento y la convivencia entre nacionalistas y no nacionalistas. Curiosamente, esta aspiración es compartida por los votantes de todos los partidos, aunque destaca entre quienes en las elecciones de 1998 votaron por Izquierda Unida.

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Inmediatamente después, y a corta distancia, los encuestados colocan la eliminación de la banda terrorista ETA y de la violencia callejera o kale borroka y la garantía eficaz de la vida y seguridad de todos los vascos como asuntos prioritarios. Aquí sí se aprecian diferencias, ya que los votantes del PP y PSOE, los más afectados por la violencia, sitúan ambos problemas en el primer lugar de la agenda del futuro Gobierno, en porcentajes que van del 58 al 79%.

Los nacionalistas lo valoran, aunque sin tanto énfasis, entre el 44% y el 52%. Como era previsible, los votantes de Euskal Herritarrok (EH) son los menos sensibles a estas cuestiones, mientras que ponen el acento en el traslado de los presos a cárceles del País Vasco y la construcción nacional de Euskadi.

Pero para el conjunto de los vascos, incluidos los nacionalistas democráticos, ni estas reivindicaciones ni la mejora del marco autonómico tienen relevancia comparadas con las anteriores.

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La idea de que el PNV deje el Gobierno de Vitoria, en el que lleva más de 20 años, divide a la sociedad vasca. Un 38% de los encuestados cree que sería negativo que el próximo lehendakari no fuese del Partido Nacionalista Vasco (una idea que comparten, además de los votantes de este partido, los de EH, EA e IU), mientras que sólo el 21% lo considera positivo (la mayoría de los electores de PP y PSOE). Si se suman quienes se declaran indiferentes ante esta eventualidad, suman mayoría, el 41%.

Por el contrario, la posibilidad de que el PNV pase a la oposición es valorada claramente como negativa, pero sin llegar a generar una repulsa ampliamente mayoritaria: el 48% considera que sería malo para la política vasca, mientras que un 33% considera que sería algo bueno o indiferente. El porcentaje más alto se registra, lógicamente, entre los votantes de PNV y EA (67% y 72%, respectivamente).

Un 26% de los encuestados se decanta por un Gobierno de coalición PNV-EA y socialistas. Un Gobierno de concentración, que sólo excluyera a EH, es la segunda opción más citada (19%), pero al mismo tiempo es la que consideran menos probable los encuestados.