Crítica a la idealizacion de la filosofía
Quiero responder a la carta aparecida en su diario el 18 de abril (Se idealiza la filosofía), porque a dicho escrito me gustaría hacerle algunas puntualizaciones, precisamente por ser una docente quien defiende que dicha asignatura no sólo debe estar presente en los planes de estudios, sino que habría que canalizarla como uno de los soportes básicos de la educación integral de los alumnos. No se trata de que la filosofía se identifique con el pensar (que es así), es que es una disciplina que tiene contacto con la realidad, con la vida, precisamente porque la doctrina de los grandes filó...
Quiero responder a la carta aparecida en su diario el 18 de abril (Se idealiza la filosofía), porque a dicho escrito me gustaría hacerle algunas puntualizaciones, precisamente por ser una docente quien defiende que dicha asignatura no sólo debe estar presente en los planes de estudios, sino que habría que canalizarla como uno de los soportes básicos de la educación integral de los alumnos. No se trata de que la filosofía se identifique con el pensar (que es así), es que es una disciplina que tiene contacto con la realidad, con la vida, precisamente porque la doctrina de los grandes filósofos griegos sigue vigente en nuestros días, y además, porque uno de sus objetivos fundamentales es que los alumnos desarrollen su capacidad crítica ante lo que les rodea. No voy a negar que haya habido a lo largo de la historia fautores de totalitarismos o ideologías poco recomendables, pero esto no sólo ha pertenecido a la filosofía, sino a cualquier ámbito en donde el hombre haya metido sus narices.
Ningún filósofo o profesor de Filosofía se considera superior a nadie por sus cualidades morales, porque eso nos debe pertenecer a todos como humanos, pero sí es necesario dar un espacio para la reflexión, la crítica y el análisis de la sociedad que tenemos o formamos, y, desde luego, las clases de filosofía son un espacio apropiado para lo que la mayoría de la gente no tiene tiempo: simplemente pensar. Como bien dice Hayek: 'El hombre no viene al mundo dotado de sabiduría, racionalidad y bondad, es preciso enseñarle, debe aprenderlo'. Y en esta tarea muchos nos consideramos implicados.-