Columna

Estrellas

Málaga vivió horas de gloria deportiva cuando voló el balón por los aires en busca de la canasta, allá en Belgrado. Ya era campeón el Unicaja Baloncesto de la copa Korac, pero el espíritu de este equipo es ganador. No necesitaban la victoria, pero el maestro-entrenador Maljkovic ha sabido insuflar este espíritu. Las calles de Málaga se llenaron con los sonidos de la música y los gritos de quienes, semana a semana, siguen al equipo de baloncesto malagueño. Un equipo andaluz consigue, por primera vez, un título europeo. El Unicaja entra en la historia.

Pero detrás hay muchos años de lucha...

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Málaga vivió horas de gloria deportiva cuando voló el balón por los aires en busca de la canasta, allá en Belgrado. Ya era campeón el Unicaja Baloncesto de la copa Korac, pero el espíritu de este equipo es ganador. No necesitaban la victoria, pero el maestro-entrenador Maljkovic ha sabido insuflar este espíritu. Las calles de Málaga se llenaron con los sonidos de la música y los gritos de quienes, semana a semana, siguen al equipo de baloncesto malagueño. Un equipo andaluz consigue, por primera vez, un título europeo. El Unicaja entra en la historia.

Pero detrás hay muchos años de lucha, esfuerzo, compromisos y la carga ilusionante de un equipo y una afición que han merecido generales elogios en toda España. Y una estructura interna que ha hecho que el equipo malagueño esté entre los primeros de Europa. Ha habido una apuesta por el deporte del baloncesto en una ciudad que hace años apenas si tenía tradición en este campo. La labor que se ha venido desarrollando, sin demasiadas alegrías, pero con rigor y de forma seria, está dando sus frutos. El equipo, además, ha sabido aunar unos buenos jugadores extranjeros con los nacionales, y de ellos algunos nacidos en la cantera que ya, hace años, inició el que será seleccionador nacional, Jose Imbroda. Este trabajo callado ha dado su fruto y ha servido para motivar a quienes abarrotan el palacio de deportes.

Quienes presencian un partido en el Palacio Martín Carpena asisten a una fiesta deportiva que trasciende los fervores propios de los forofos o hinchas. La primera sorpresa es que la mayoría de los asistentes son muy jóvenes, incluso familias enteras que han encontrado en este equipo una carga de ilusión que supera lo previsto. La labor que se viene realizando desde el Unicaja para favorecer la participación de gente joven con el equipo está consiguiendo unos resultados que ni los propios rectores del equipo esperaban.

Es lógico que Málaga estallara de alegría en la noche del miércoles y se aproximen unos días de celebración que quedarán en los anales deportivos de la ciudad.

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