Anestesia

Acabo de coger el periódico del sábado 7 de abril y, antes de entrar en la lectura del mismo, necesito escribir esta carta en la que espero poder transmitir la indignación e impotencia que me ha causado su foto de portada. En ella, un niño palestino que no aparenta más de 10 u 11 años es detenido por cinco policías israelíes (¡nada menos!) ataviados al más puro estilo película de gran presupuesto, entre Terminator y Geiperman. Uno de ellos le mira de forma altiva mientras el niño, aterrorizado y en visible ausencia de control de su vejiga, parece no ser capaz ni siquiera de llora...

Acabo de coger el periódico del sábado 7 de abril y, antes de entrar en la lectura del mismo, necesito escribir esta carta en la que espero poder transmitir la indignación e impotencia que me ha causado su foto de portada. En ella, un niño palestino que no aparenta más de 10 u 11 años es detenido por cinco policías israelíes (¡nada menos!) ataviados al más puro estilo película de gran presupuesto, entre Terminator y Geiperman. Uno de ellos le mira de forma altiva mientras el niño, aterrorizado y en visible ausencia de control de su vejiga, parece no ser capaz ni siquiera de llorar.

¿Acaso es necesario tal despliegue de medios para detener a un niño? No creo que el niño fuera ningún corderillo, pero, hiciera lo que hiciera, no deja de ser sólo un niño. Espero que los organismos internacionales se escandalicen como yo ante esta muestra de brutalidad, que no pase inadvertida ante la mirada indiferente e interesada de esta sociedad anestesiada a la que solo saca de su aborregamiento la expulsión de un concursante de Gran Hermano o el que a su equipo le anulen un gol. ¡Señor, qué país!-