DÍA A DÍA

Tapeo

Una de las más acrisoladas costumbres de los años de la posguerra, por no hablar de los anteriores, consistía en la ingestión, y por un estricto orden, de multitud de vasos de vino o cualquier otro líquido que contuviese unos niveles de alcohol razonables antes de las comidas y las cenas. Los grupos de amigos, o compañeros, se reunían a una hora y lugar predeterminados, y sin nueva orden comenzaban el trasiego. Éste, como si de un rito se tratase, se continuaba en distintos establecimientos, siendo inalterables el nombre y número de los locales y el tipo de bebida a consumir por cada uno de lo...

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Una de las más acrisoladas costumbres de los años de la posguerra, por no hablar de los anteriores, consistía en la ingestión, y por un estricto orden, de multitud de vasos de vino o cualquier otro líquido que contuviese unos niveles de alcohol razonables antes de las comidas y las cenas. Los grupos de amigos, o compañeros, se reunían a una hora y lugar predeterminados, y sin nueva orden comenzaban el trasiego. Éste, como si de un rito se tratase, se continuaba en distintos establecimientos, siendo inalterables el nombre y número de los locales y el tipo de bebida a consumir por cada uno de los miembros de la cuadrilla.

Los grupos menos profesionales amenizaban la bebida con alguna fruslería, siempre de menor importancia, y que en Andalucía comenzaron a llamar tapa, ya que se colocaba sobre el vaso, es de suponer que para impedir el ahogo de cualquier molesto insecto volador.

De este tapeo bien poca cosa resta en nuestra cultura, por eso alegra el ánimo encontrar locales como La Bodeguilla, en la calle Temprado de Castellón, donde se puede recordar aquel ambiente ahora mejorado en la calidad de los caldos y la bondad de los acompañamientos. Y para gusto de nuestros hábitos sedentarios, se puede repetir la faena sin cambiar de local.-

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