TIROS LIBRES

Toma chapuza

Mira que estamos acostumbrados a resoluciones insospechadas, auténticos encajes de bolillos a mitad de camino entre la política y el deporte, decisiones salomónicas que no entiende nadie, pero esta vez hay que reconocer que el encargado de resolver el conflicto de la famosa canasta en el primer partido entre el AEK y el Tau se ha lucido.

Entre las diversas posibilidades que se podrían barajar, ha elegido convertirse en Pilatos, lavarse las manos y hala, a jugar otra vez.

Vamos a ver: El partido se jugó en su totalidad, cuarenta minutos (y dos segundos). No hay ninguna razón para ...

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Mira que estamos acostumbrados a resoluciones insospechadas, auténticos encajes de bolillos a mitad de camino entre la política y el deporte, decisiones salomónicas que no entiende nadie, pero esta vez hay que reconocer que el encargado de resolver el conflicto de la famosa canasta en el primer partido entre el AEK y el Tau se ha lucido.

Entre las diversas posibilidades que se podrían barajar, ha elegido convertirse en Pilatos, lavarse las manos y hala, a jugar otra vez.

Vamos a ver: El partido se jugó en su totalidad, cuarenta minutos (y dos segundos). No hay ninguna razón para repetirlo. La cuestión es decidir si la canasta estaba dentro del tiempo reglamentario, cosa para la que se necesita mucha imaginación y ser griego desde hace unas cuantas generaciones, o no. En el primer de los casos, suponiendo que el juez no haya encontrado datos de que se consiguió fuera del tiempo, partido para el AEK. En el segundo, partido para el Tau. Y hay un vídeo, unos señores en la mesa y una bocina (supuestamente) automática.

Pues no, como si fuese Tony Blair, vamos a por una tercera vía. La de no contentar a nadie. Ni al AEK porque le quitan una (supuesta) victoria y no expulsan al Tau como solicitaron por comportamiento antideportivo (viniendo de ellos hay que tomarse en serio esta acusación, pues son de los que más saben en estos temas). Ni incluso al Tau, que tiene otra oportunidad pero al que no le hará ni puñetera gracia volver otra vez a Atenas, ahora que podía decidir en Vitoria. El calendario previsto se altera, el playoff a cinco se juega a seis y la Euroliga se cubre de gloria. Ni ha tenido valor para darle el triunfo al que se lo había ganado, ni para defender al árbitro que tomó la decisión de saltarse todo a la torera y convertirse en héroe heleno. Repetición de partido y que salga el sol por donde quiera.

¡Viva la modernidad! Ni que Stankovic dirigiese tambien la Euroliga. Vaya chapuza.

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