Pena de 14 años para un atracador que hirió de un tiro a su víctima

La Audiencia de Madrid ha condenado a 14 años de prisión a J. H. A, de 40 años, por homicidio en grado de tentativa, robo con violencia y tenencia ilícita de armas. El acusado hirió por disparos a un hombre que se enfrentó a él debido a que le había sustraído el bolso a una amiga cuando salían de una discoteca. La Audiencia condena también a la persona que acompañaba a J. H. A. cuando ocurrieron los hechos, G. A. G., a seis años y seis meses de prisión por el robo del bolso, que contenía 3,4 millones de pesetas, y tenencia ilícita de armas.

Según la resolución judicial, el suceso tuvo l...

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La Audiencia de Madrid ha condenado a 14 años de prisión a J. H. A, de 40 años, por homicidio en grado de tentativa, robo con violencia y tenencia ilícita de armas. El acusado hirió por disparos a un hombre que se enfrentó a él debido a que le había sustraído el bolso a una amiga cuando salían de una discoteca. La Audiencia condena también a la persona que acompañaba a J. H. A. cuando ocurrieron los hechos, G. A. G., a seis años y seis meses de prisión por el robo del bolso, que contenía 3,4 millones de pesetas, y tenencia ilícita de armas.

Según la resolución judicial, el suceso tuvo lugar sobre las cinco de la madrugada del 11 de junio de 1999 en la salida de una discoteca situada en el paseo de Santa María de la Cabeza, de Madrid. El tribunal considera probado que J. H. A. abordó a una mujer, quien se encontraba con un grupo de amigos, y le quitó el bolso apuntándole con una pistola, mientras que el otro procesado observaba lo que ocurría. La mujer entregó el bolso y avisó a sus acompañantes, que salieron en persecución de los procesados, momento en el que J. H. A. disparó en tres ocasiones hiriendo a M. A. B, quien resultó con tres heridas por arma de fuego y fractura de la clavícula derecha.

Un amigo del herido se abalanzó sobre el procesado y, tras un breve forcejeo, consiguió desarmarlo, momento en el que llegaron agentes de la policía, que procedieron a su detención. Mientras, G. A. G. se fugó y, al observar la presencia de los policías en el lugar, se escondió debajo de un vehículo, con el bolso en su poder, donde fue localizado y detenido. La sentencia recuerda que la víctima logró sobrevivir por la inmediata atención médica.

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