Girasoules regresa a los escenarios valencianos para presentar su nuevo disco 'Cuenta conmigo'

La clásica novela de anticipación Un mundo feliz de Aldous Huxley en una mano y el influyente disco OK computer de Radiohead en la otra. Así nació en 1998 Mundo feliz. Un álbum conceptual que giraba en torno a cuestiones como la incomunicación, la agonía espiritual o la manipulación del ser humano a las puertas del siglo XXI, y que concluía con el suicidio de su protagonista. Casi como una terrible profecía, el disco fue un fracaso a nivel comercial y, más aún, a punto estuvo de acabar con la carrera de sus creadores: el grupo valenciano Girasoules. No ha sido así, ...

La clásica novela de anticipación Un mundo feliz de Aldous Huxley en una mano y el influyente disco OK computer de Radiohead en la otra. Así nació en 1998 Mundo feliz. Un álbum conceptual que giraba en torno a cuestiones como la incomunicación, la agonía espiritual o la manipulación del ser humano a las puertas del siglo XXI, y que concluía con el suicidio de su protagonista. Casi como una terrible profecía, el disco fue un fracaso a nivel comercial y, más aún, a punto estuvo de acabar con la carrera de sus creadores: el grupo valenciano Girasoules. No ha sido así, porque la formación realizó terapia de grupo con una quincena de canciones que, reunidas en el álbum Cuenta conmigo.

'Mundo feliz conllevaba una actitud muy rebelde y comprometida, y mientras algunos nos la creímos y optamos por asumirla, otros miembros de la banda no llegaron a identificarse con esa propuesta. Ahí surgieron las tensiones, el distanciamiento y, en un momento concreto, la posibilidad de disolver el grupo', cuenta el cantante y guitarrista Quique Tarrasó.

Finalmente, los hermanos Javier (guitarra) y Ramón Vela (batería), Javier Ros (bajo) y Tarrasó optaron por hacer frente a la crisis y buscar un punto de encuentro en el que confluyeran los intereses de unos (es decir, la vertiente más comercial y lúdica de Girasoules) con los del resto (el tono experimental, desencantado y reflexivo de Mundo feliz). El resultado de aquella terapia colectiva es una quincena de canciones que, reunidas bajo el significativo título de Cuenta conmigo, muestran a un grupo rejuvenecido y, sin embargo, maduro. 'Nos sentimos como si hubiéramos salido de una larga enfermedad', apunta el vocalista.

El disco en cuestión, que llegará a las tiendas el próximo día 26 de marzo, no oculta las tensiones internas que vivió la banda ('Perdí la calma y el equilibrio / bebí en la copa de la traición', cantan en la inquietante Introtour), pero ofrece una suerte de medicina espiritual de resultados milagrosos. 'Es un disco terapéutico, positivo, que ayuda a reflexionar, el antídoto a Mundo feliz. Con aquél queríamos que la gente mirara a su alrededor y reaccionara, con Cuenta conmigo, en cambio, proponemos que el oyente se enfrente a sus propios sentimientos, se sumerja en su propio corazón y busque soluciones en su interior. La gente está necesitada de alimento espiritual y, de hecho, creo que la revolución interior es la revolución pendiente, la revolución del siglo XXI. Pero, eso sí, que quede claro, nosotros no somos profetas ni predicadores, proponemos la visión no la solución', explica Quique Tarrasó. A nivel musical, Cuenta conmigo mira tanto hacia el pasado como hacia el futuro sin ningún tipo de complejos ni temores, y sobre todo con la conciencia de sus artífices bien tranquila. 'Este disco es, en parte, un regreso a nuestras raíces, a ciertas músicas con las que ya hemos experimentado en nuestros cuatro álbumes anteriores, pero intentando, al mismo tiempo, ofrecer algo nuevo. No creo que sea exactamente un paso hacia atrás. De hecho, espero que la gente que nos critique por volver a nuestras raíces también sea capaz de ver y valorar la parte más arriesgada y experimental del disco', añade. Se refiere, sin duda, a piezas como Hechizo de luna, El predicador o Nostalgia, en las que han querido fundir el rock con el folklore valenciano o los ritmos del Caribe, guitarras eléctricas y samplers retozando sin sobresaltos con percusiones latinas y árabes, bandurrias, dulzainas o laúdes. 'Fue como coger agua del Caribe y agua del Mediterráneo para mezclarla, agitarla y, así, conseguir un agua nueva, diferente', explica gráficamente el cantante. Para estas tareas, y conscientes de sus propias limitaciones, los músicos echaron mano de auténticos especialistas como Gino Pavone, Efrén Xevi López, Eduard Navarro o Miquel Gil. 'Queríamos experimentar, pero también sabíamos que no éramos eruditos y por eso recurrimos a gente como Miquel Gil, que conoce a la perfección el folklore valenciano. Trabajar con él ha sido estupendo porque es como una enciclopedia, un auténtico maestro', señala Tarrasó.

Girasoules, por otro lado, han pasado más de un año sin subir a un escenario. Y ya lo echan de menos. El próximo día 15 de marzo volverán a actuar ante el público valenciano en un programa triple (Seguridad Social y Elefantes completa el cartel) organizado por la Cadena SER con motivo de las fiestas de Fallas. La cita tendrá lugar en los Jardines de Viveros. 'Hemos incorporado un teclista (Javi Mustieles) para los directos porque queríamos obtener un sonido más abierto y acústico, menos agresivo, un sonido en el que todos los instrumentos ganaran protagonismo', concluye el cantante. Girasoules, más vivos que nunca.