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Los terroristas vascos son gente organizada. Escasos de explosivos o teniendo entre manos dinamita a punto de caducar -como parecen indicar algunos atentados registrados en España- han venido (...) allí donde no se les esperaba. A Grenoble, para ser precisos, ciudad donde la policía estaba demasiado ocupada en garantizar la seguridad de la visita del ministro de Agricultura. Se esperaba al sindicato agrario FNSEA. Y llegó la ETA.
Poco conocido en Francia, (...) el terrorismo vasco no constituye ni mucho menos un peligro real para la tranquilidad de nuestros conciudadanos. Según un infor...
Los terroristas vascos son gente organizada. Escasos de explosivos o teniendo entre manos dinamita a punto de caducar -como parecen indicar algunos atentados registrados en España- han venido (...) allí donde no se les esperaba. A Grenoble, para ser precisos, ciudad donde la policía estaba demasiado ocupada en garantizar la seguridad de la visita del ministro de Agricultura. Se esperaba al sindicato agrario FNSEA. Y llegó la ETA.
Poco conocido en Francia, (...) el terrorismo vasco no constituye ni mucho menos un peligro real para la tranquilidad de nuestros conciudadanos. Según un informe de la Unidad de Coordinación y Lucha Antiterrorista, los nacionalistas radicales españoles tienen una influencia creciente sobre el aparato militante francés, al que Euskal Herritarrok, un movimiento próximo a ETA, ha propuesto el año pasado asegurar su financiación. Bajo la forma de guerrilla urbana, la violencia tiende ahora a desbordarse más allá de los Pirineos. Y los separatistas franceses de Iparretarrak han vuelto con los atentados con explosivos.
Esta crecida del nacionalismo vasco radical en nuestro territorio es cada vez más preocupante, ya que responde a una evolución cualitativa de ETA en España. Reorganizada tras la tregua, no duda en enviar a la 'guerra' a jóvenes militantes sin experiencia que (...) tienen la ventaja de ser desconocidos para la policía. El resultado es (...) el enrarecimiento de una situación que toma rumbo hacia la violencia ciega e incluso al salvajismo puro y simple. (...)
Metz, 9 de marzo