Un sistema de enseñanza facilita la integración de los niños sordos

Este método incide en la posibilidad de rehabilitar determinadas zonas frecuenciales del niño sordo mediante estimulaciones rítmicas, corporales, musicales y audiovisuales. En este colegio, el único de Huelva dedicado a la integración para sordos, los niños reciben un tratamiento individual en los planos fonológico, léxico y auditivo.

En la actualidad, un total de 17 menores, de entre dos y 11 años, son atendidos por estos expertos que trabajan en la superación de las minusvalías de los pequeños. 'Lo que pretendemos es que los niños puedan interpretar sonidos y palabras que para ellos s...

Este método incide en la posibilidad de rehabilitar determinadas zonas frecuenciales del niño sordo mediante estimulaciones rítmicas, corporales, musicales y audiovisuales. En este colegio, el único de Huelva dedicado a la integración para sordos, los niños reciben un tratamiento individual en los planos fonológico, léxico y auditivo.

En la actualidad, un total de 17 menores, de entre dos y 11 años, son atendidos por estos expertos que trabajan en la superación de las minusvalías de los pequeños. 'Lo que pretendemos es que los niños puedan interpretar sonidos y palabras que para ellos son murmullos y, de esta manera, enfrentarse a la sociedad', explica Isaías Vázquez, un miembro del equipo.

El primer paso del tratamiento se centra en la detección precoz de la sordera. 'Es fundamental conocer el problema del niño antes de los tres años, porque eso nos permite trabajar con el tiempo a nuestro favor y obtener mayores logros en la posterior rehabilitación', añade Isaías Vázquez. El diagnóstico es posible en este centro ya que cuenta con un ambulatorio provisto de una unidad de estimulación precoz, donde los pequeños acuden acompañados de sus padres.

La aplicación del método yugoslavo, 'el más efectivo hasta el momento', se lleva a cabo mediante la utilización de diferentes aparatos creados por el profesor Petter Guberina, denominados Suvag I, Suvag II y CT-10. Los dos primeros se utilizan en el tratamiento individual y el último en el de grupo. 'Nosotros no conseguimos que el niño oiga porque es sordo, sino que, a su manera y según sus posibilidades, sea capaz de reconocer e interpretar determinadas palabras y sonidos'.

Fases

La metodología verbotonal se desarrolla en cuatro fases diferentes: ritmo audiovisual, ritmo corporal, musical y tratamiento individual. En la primera, el objetivo reside en la estructuración del lenguaje y, para ello, 'se intenta crear en los niños aquellos mecanismos que les permitan desenvolverse en todos los campos de la sociedad. Mediante imágenes van conociendo las palabras, desde las más simples a las más complejas', explica Isaías Vázquez. Mediante el ritmo musical y corporal, 'se pretende la articulación correcta de los sonidos del habla y, por eso, se utilizan instrumentos, ejercicios físicos y canciones'. Y en el tratamiento individual, del que se encarga por completo Isaías Vázquez, 'se analizan de una forma particular los planos fonológico, léxico y auditivo, en relación con el resto de la facetas del proceso'.

Vázquez trata de averiguar los avances del método en el niño, por lo que le presenta una situación a través de imágenes y le da una frase con la que se va a trabajar. 'En la repetición de la frase se observan defectos y, entonces, es el momento de corregirla. Posteriormente se explota lo trabajado a través de los dictados', explica. 'El objetivo final de esta fase', asegura el profesor, 'es la discriminación, es decir, que el niño sea capaz de oír los fonemas que se han trabajado y, para ello, nos tapamos la boca y hacemos repeticiones de palabras para que el niño pueda diferenciarlas'.

El trabajo de estos especialistas está íntimamente unido a profesores de pedagogía terapéutica, con los que mantienen una constante relación profesional. Los profesores destacan, además, la colaboración permanente que mantienen con los tutores habituales de los alumnos con problemas de audición. El equipo de expertos desarrolla la metodología verbotonal desde 1984, a petición de un grupo de padres que, incluso se encargaron de correr con los costes de los aparatos de electroacústica.

Los docentes especializados del Colegio Público de Prácticas aseguran que su trabajo es agridulce. 'Agrio porque los resultados se perciben a largo plazo. Es una tarea lenta, pero al final se obtienen los frutos deseados. Y dulce porque mantienes una relación estrecha con los niños y sus padres. Éstos últimos te agradecen la labor que has realizado con los hijos y se muestran sorprendidos de que los chavales puedan continuar sus estudios en institutos e, incluso, en la universidad', relata Isaías Vázquez.

Durante el curso se suceden las anécdotas: 'En algunas ocasiones, los niños, sobre todo los más despiertos, se dan cuenta de que estamos hablando de ellos porque leen en nuestros labios. Nosotros pensamos que no se están dando cuenta de lo que decimos, pero luego nos preguntan qué es lo que hemos hablado sobre ellos'.