OPINIÓN DEL LECTOR

<l>Mercancías peligrosas</l>

Actualmente, debido a la localización de un centro de recogida de residuos tóxicos y peligrosos en Nerva, la carretera comarcal A-476, que une Minas de Río Tinto con el Castillo de las Guardas, ha pasado a soportar un tráfico intensivo de mercancías peligrosas en toneladas por kilómetros. Esta carretera es el acceso desde los grandes centros de producción de mercancías peligrosas (MP) de Algeciras y la Bahía de Cádiz.

En esta vía el transporte de estas sustancias, además de los riesgos debido a los peligros intrínsecos del producto y los originados por las condiciones de tráfico, se ori...

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Actualmente, debido a la localización de un centro de recogida de residuos tóxicos y peligrosos en Nerva, la carretera comarcal A-476, que une Minas de Río Tinto con el Castillo de las Guardas, ha pasado a soportar un tráfico intensivo de mercancías peligrosas en toneladas por kilómetros. Esta carretera es el acceso desde los grandes centros de producción de mercancías peligrosas (MP) de Algeciras y la Bahía de Cádiz.

En esta vía el transporte de estas sustancias, además de los riesgos debido a los peligros intrínsecos del producto y los originados por las condiciones de tráfico, se originan otros muchos. Estos son objetivo de la reglamentación no específica y de la normativa sobre transporte de mercancías peligrosas, que actúan para tratar de evitarlos o minimizarlos.

La Ley para el Transporte de Mercancías Peligrosas, además de reglas y restricciones a la circulación de MP, evalúa una serie de circunstancias y propone los criterios para la fijación de las rutas de circulación por itinerarios que reduzcan los peligros a las personas y al medio ambiente.

Actualmente, la carretera comarcal ofrece poca seguridad y carece de alternativa. A 10 kilómetros de Nerva, el riesgo del transporte va en aumento y las deficiencias del trazado se hacen más manifiestas. Durante dos kilómetros antes de llegar al puente del Jarrama la separan escasamente unas decenas de metros del cauce principal del río. Esta misma situación también se produce en la ribera de Nerva.

Un accidente en estas zonas con sustancias tóxicas y peligrosas transportadas a granel o una fuga o derrame y vertido al río tendría consecuencias muy graves al ecosistema natural. Las sustancias tóxicas y peligrosas arrastradas por el agua podrían llegar hasta la sección de cierre del embalse del Jarrama (32 hectómetros cúbicos), pudiendo contaminar el agua almacenada. Si el vertido ocurriera en el puente del Jarrama, al que alcanza la cola del pantano, las consecuencias serían impredecibles para la zona.

Las características de este puente no cubren las mínimas garantías de seguridad exigibles para soportar este tipo de transporte. Dado que en esta zona un accidente de materias tóxicas y peligrosas que provocara una emergencia de Tipo 3 (con fuga o derrame del contenido) o de Tipo 4 (incendio en el continente y fugas con llama en el contenido), serían de gravísimas consecuencias. Se deberían adoptar las oportunas medidas correctivas y preventivas para la protección del área. De la misma manera habría de exigirse un plan de emergencia exclusivo para la zona.

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Urgentemente se deberían acometer las medidas necesarias para minimizar estos riesgos.

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