La Mala Rodríguez le pone al 'rap' poesía y musicalidad sevillana

La cantante presenta su disco 'Lujo ibérico'

Rodríguez ha aportado un sentido poético y una musicalidad genuinamente hispanas, que pueden hacer que sus rimas accedan por fin a una capa más grande de público. Esta oportunidad no parece afectar el orgullo de esta rapera, que trata continuamente de mantener la cabeza bien fría y de no dejarse llevar por los vaivenes del éxito. 'Sólo trato de que lo que hago simplemente me guste. Que me llegue, que pueda hacer cosas guapas, tratar de encontrar mi cacho. Que me meta en el ambiente duro, en el rollo, y que me saque la actitud que quiero'.

Desde temas como ...

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Rodríguez ha aportado un sentido poético y una musicalidad genuinamente hispanas, que pueden hacer que sus rimas accedan por fin a una capa más grande de público. Esta oportunidad no parece afectar el orgullo de esta rapera, que trata continuamente de mantener la cabeza bien fría y de no dejarse llevar por los vaivenes del éxito. 'Sólo trato de que lo que hago simplemente me guste. Que me llegue, que pueda hacer cosas guapas, tratar de encontrar mi cacho. Que me meta en el ambiente duro, en el rollo, y que me saque la actitud que quiero'.

Desde temas como Tengo un trato o Yo marco el minuto, se atisba en La Mala una sensible diferencia con el resto del rap nacional. Para empezar, la voz de La Mala no renuncia a combinar rap y canto: 'He escuchado flamenco desde niña y tengo que reconocer que a mí siempre me ha gustado cantar. Pero lo que intento es hacer rap y hacerlo cada vez mejor'. En esas canciones, ella combina el orgullo tradicional que el género heredó de los negros neoyorquinos, con imágenes y modismos andaluces que huelen a sur de España y que revelan los orígenes de esta MC -como se denomina a los intérpretes del género-, que comenzó jovencísima hace un par de años como una simple seguidora del estilo en el Fun Club, un local que reunía a los seguidores del hip hop de la ciudad del Guadalquivir: 'En Madrid había cosas más organizadas: las primeras jam y concentraciones de MC, DJ, baile break, autores de graffitis y raves. En Sevilla no se han empezado a hacer hasta el 96'.

'Hay artistas que hacen rap y resultan cómicos. Yo quiero que no suene a risa que yo me haga llamar rapera. Hace años parecía algo irrisorio que una mujer hiciera rap. Espero que a partir de ahora ya no lo sea', afirma La Mala, cuyos temas parecen romper el ambiente duro y de perpetuo enfado de las bandas que comenzaron a hacer rap en España: 'Yo creo que el cabreo ese que tenían los raperos se ha suavizado. La gente está más relajá. Ahora van a lo que van, a sus negocios. Ahora son muchos más'.

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