Una televisión italiana denuncia la falsedad de los espacios de testimonios

El programa satírico Striscia la notizia, de la cadena privada Canale 5 y uno de los más vistos de la televisión italiana, ha desenmascarado la falsedad de los dramas humanos que nutren los reality shows (espacios de testimonios). La denuncia de Striscia ha servido para poner en evidencia una molesta verdad: muchos de los reality shows se elaboran con historias falsas contadas por actores más o menos 'espontáneos' que interpretan un papel. El escándalo ha enfrentado incluso a Antonio Ricci, autor de los guiones de ...

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El programa satírico Striscia la notizia, de la cadena privada Canale 5 y uno de los más vistos de la televisión italiana, ha desenmascarado la falsedad de los dramas humanos que nutren los reality shows (espacios de testimonios). La denuncia de Striscia ha servido para poner en evidencia una molesta verdad: muchos de los reality shows se elaboran con historias falsas contadas por actores más o menos 'espontáneos' que interpretan un papel. El escándalo ha enfrentado incluso a Antonio Ricci, autor de los guiones de Striscia la notizia, con Carlo Freccero, director del segundo canal de la RAI.

Domenica in, programa estrella de variedades de la tarde del domingo en la RAI-1 (televisión pública italiana), es uno de los ejemplos denunciados. Un joven declara a su novia, sentada entre el público, que acaba de traicionarla con otra. La chica se levanta perpleja, se abalanza sobre el novio, le insulta y abandona el plató, furiosa.

La misma 'novia' enfurecida es entrevistada por un reportero del programa satírico Striscia la notizia, de Canale 5 (perteneciente al grupo privado Mediaset). Aparece sonriente y reconoce que al supuesto novio traidor lo había conocido en el plató televisivo.

A partir del caso de los falsos novios, los reporteros de Striscia la notizia han ido destapando uno tras otro los dramas humanos convenientemente 'reconstruidos' en el plató. Trabajo no les ha faltado, porque en la televisión italiana se presenta una media semanal de 30 historias en los diversos programas de variedades y entretenimiento. Así se ha descubierto que el intransigente compañero de un transexual que se oponía a una operación de cambio de sexo de su amado resultaba ser un napolitano desenvuelto, felizmente casado, que había conocido al falso compañero poco antes de grabar el espacio.

Y hay más casos. Una madura señora abandonada por el marido que se arrepentía de haber echado de casa al hijo en C'é posta per te (Tienes correo), de Canale 5, se convertía en una señora adinerada a la que el marido había dejado una cuantiosa fortuna en Forum, otro programa de Rette 4 (perteneciente también a Mediaset).

El escándalo ha enfrentado a Antonio Ricci, autor de los guiones de Striscia, con Carlo Freccero, director del segundo canal de la RAI, que cuenta con un programa diario, Al posto tuo, basado enteramente en los relatos de parejas. Freccero ha decidido llevar a Striscia a los tribunales, aun consciente de que la denuncia de las falsificaciones no ha tenido ningún reflejo en la audiencia.

El director de RAI-2, por otra parte, no piensa cambiar de línea. 'El género televisivo más importante hoy día es el emotainment, es decir, la puesta en escena de las emociones', ha declarado al diario La Repubblica. 'Perfecto', opina Ricci. 'Pero entonces, que antes de comenzar la transmisión saquen un cartel advirtiendo de que cualquier referencia a hechos reales o a personas realmente existentes es casual'.

Ninguno de los programas que explotan este filón verista en la televisión italiana ha tenido problemas para encontrar espontáneos dispuestos a relatar las interioridades de sus vidas. 'La verdad es que somos un país de exhibicionistas', declaraba Raffaela Sallustio, encargada de reclutar a los participantes de Al posto tuo. 'Buscamos a la gente en las diferentes ciudades. Los redactores filman a los aspirantes, escuchan sus historias. Luego se eligen las mejores y se obliga a los seleccionados a firmar una declaración en la que se especifica que la historia es verdadera. Ahora bien', advierte Sallustio, 'si las parejas se ponen de acuerdo para mentir, nosotros no podemos evitarlo'.

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