Voces femeninas y ambientes sonoros

Dos bandas europeas que cuentan ya con prestigio y el denominador común de una voz femenina flotando en medio de subyugantes ambientes sonoros. Los primeros vienen de Finlandia y sorprendieron a la audiencia con los temas de su primer disco, Slowed down, grabado en España y lleno de temas que combinan la atmósfera industrial, la lentitud solemne y la formulación de un pop intenso y moderno. La sensualidad de su cantante Laura Närhi se perfila como su valor más seguro, mientras temas como Child is my name y Drown little girl van abriendo las puertas a un mercado y a una aud...

Dos bandas europeas que cuentan ya con prestigio y el denominador común de una voz femenina flotando en medio de subyugantes ambientes sonoros. Los primeros vienen de Finlandia y sorprendieron a la audiencia con los temas de su primer disco, Slowed down, grabado en España y lleno de temas que combinan la atmósfera industrial, la lentitud solemne y la formulación de un pop intenso y moderno. La sensualidad de su cantante Laura Närhi se perfila como su valor más seguro, mientras temas como Child is my name y Drown little girl van abriendo las puertas a un mercado y a una audiencia deseosos de recibirlos. Sólo han de sonar un poco más en los medios para conseguirlo.

En cuanto a Hooverphonic, su propuesta pasa por ser uno de los éxitos del año. Este trío belga, compuesto por la bella y fría chanteuse Geike Arnaert; el programador de sonidos, guitarrista y teclista Alex Callier, y el guitarrista Raymond Geerts, se presentó en España amparado por un tercer elepé titulado The magnificent tree, francamente extraordinario y cuyas composiciones le han otorgado un rápido prestigio encaramado a las listas de éxitos. No es de extrañar, por la grandiosidad de un sonido que les emparenta con los legendarios Cocteau Twins, pero también con otras bandas del presente de las que son deudores: Moloko, Massive Atack...

Psicodelia psicopática

En la traslación al directo, no obstante, sus canciones pierden parte de esa capacidad de apabullar al oyente, dado que su sonido pierde un montón de matices y se torna más elemental. Les vulgariza. En cuanto a la puesta en escena, la personalidad y la voz sugerente de Geike Arnaert son las protagonistas de un espectáculo de canciones que transcurren a velocidad lenta y cuyas letras tienen un toque de psicodelia casi psicopática.

Mad about you, el hasta bailable Commercial break y su primer éxito, Inhaler, fueron tocadas con esa pasión contenida que es muy característica de los recientes grupos-con-chica europeos, y el público les reconoció como nuevo valor en alza de la música actual, aunque tal vez en alguna parte la solista de los Cocteau Twins, que tan mala suerte comercial tuvieron, Elisabeth Frazier, esté ahora sonriendo en alguna parte de forma enigmática.