20ª jornada de Liga | FÚTBOL

Irureta: 'El árbitro no nos dejó vencer'

Me voy con la sensación de que el árbitro, o el linier, no nos dejó ganar', se quejó Javier Irureta tras el encuentro de San Mamés. El entrenador del Deportivo dijo que su equipo empató a dos ante el Athletic porque el árbitro, Daudén Ibáñez, favoreció al rival.

'El linier o el árbitro, quien haya pitado el penalti, ha metido al Athletic en el partido. Yo no lo he visto, pero los jugadores han dicho que es inexistente. Si no ha sido penalti el resultado no es justo', se quejó el técnico guipuzcoano. 'Me da pena este resultado, porque podíamos haber apretado al Madrid para el partido de ...

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Me voy con la sensación de que el árbitro, o el linier, no nos dejó ganar', se quejó Javier Irureta tras el encuentro de San Mamés. El entrenador del Deportivo dijo que su equipo empató a dos ante el Athletic porque el árbitro, Daudén Ibáñez, favoreció al rival.

'El linier o el árbitro, quien haya pitado el penalti, ha metido al Athletic en el partido. Yo no lo he visto, pero los jugadores han dicho que es inexistente. Si no ha sido penalti el resultado no es justo', se quejó el técnico guipuzcoano. 'Me da pena este resultado, porque podíamos haber apretado al Madrid para el partido de mañana. De momento, hemos recortado un punto y esperamos que mañana gane el Valencia', añadió.

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Irureta apuntó, además, que el auxiliar no esgrimió 'ningún argumento' para justificar la señalización del penalti que, en el minuto 73, dio origen al definitivo empate a dos. Para el entrenador del Athletic, Txetxu Rojo, la actuación arbitral no ayudó 'en nada' a su equipo.

A Djalminha no se le recuerda en San Mamés por ningún mérito. Toda la magia de su fútbol la almacenan los aficionados bilbaínos en acciones por televisión o actuaciones en Riazor. Para el inefable delantero brasileño, la Catedral no es santo de su devoción. Desde que llegó a España, en 1997, sus tres visitas al santuario bilbaíno se han zanjado con partido y medio. En su primera temporada participó del empate (1-1) de su equipo, pero su presencia no pasó de discreta. No era aún el astro en el que luego se convirtió. Su segunda comparecencia (1998-99) se saldó con una derrota, pero redujo su discreta participación al primer periodo del partido. Después fue sustituido. La pasada temporada, el Depor ganó (2-3), pero Djalminha no jugó. En esta ocasión, hecho todo por jugar y por no jugar.

Al final, no jugó, pero sí lo hizo Makaay, que convirtió sus intervenciones en goles siguiendo una tradición que otorga a los delanteros deportivistas un lugar en San Mamés. Maikel, Pauleta, Víctor y Makaay. El holandés no es mágico, pero sí certero.

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