Desmantelada una red de cocaína que utilizaba una inmobiliaria de tapadera

En la denominada Operación Oso Pardo, la Guardia Civil ha desmantelado de un zarpazo una de las principales redes de producción y venta de cocaína de la Comunidad de Madrid. Tras meses de seguimiento a los miembros de la banda, los agentes del Grupo de Investigaciones Fiscales y Antidroga (GIFA) lograron localizar el laboratorio donde la banda cortaba la droga pura que le llegaba de Colombia, supuestamente en avión, para conseguir más dosis.

El chalé estaba situado en la calle de las Piedras Preciosas, 38, en el área urbanística denominada Sector 3, de Getafe. Allí la band...

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En la denominada Operación Oso Pardo, la Guardia Civil ha desmantelado de un zarpazo una de las principales redes de producción y venta de cocaína de la Comunidad de Madrid. Tras meses de seguimiento a los miembros de la banda, los agentes del Grupo de Investigaciones Fiscales y Antidroga (GIFA) lograron localizar el laboratorio donde la banda cortaba la droga pura que le llegaba de Colombia, supuestamente en avión, para conseguir más dosis.

El chalé estaba situado en la calle de las Piedras Preciosas, 38, en el área urbanística denominada Sector 3, de Getafe. Allí la banda elaboraba diez kilos diarios de cocaína (cada gramo cuesta en la calle entre 8.000 y 10.000 pesetas). Cuando los agentes registraron la vivienda, encontraron ocho kilos de droga listos para su venta, según explicó ayer el delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Javier Ansuátegui. En el laboratorio había balanzas de precisión, sustancias para cortar la droga, aparatos para prensar y empaquetar la cócaína y material fotográfico de alta tecnología.

La localización del laboratorio fue muy costosa para los agentes, dado que la banda era muy cauta y cambiaba de sede con frecuencia. La Guardia Civil tiene constancia de que los miembros de la trama llegaron a alquilar siete viviendas distintas en la capital y su periferia para instalar el laboratorio, según explicó el coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, Juan Ramos. Parte de la banda trabajaba en el laboratorio mientras otros transportaban y vendían la droga.

Venta a provincias

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La distribución de la mercancía se desarrollaba a través de una oficina de una conocida empresa inmobiliaria, ubicada en la zona norte de Madrid. Los miembros de la banda utilizaban el local como tapadera para contactar con los clientes y citarse para las transacciones. Los agentes pudieron comprobar que a la oficina no sólo acudían compradores de Madrid, sino tambien clientes de Extremadura, Toledo y Alicante, donde se iban a vender los ocho kilos incautados ayer, siempre según un portavoz de la Guardia Civil.

El cabecilla de la organización es Héctor G. V., colombiano de 49 años, que fue detenido junto a su escolta y hombre de confianza, José Carlos L. V., también colombiano, de 23 años. Ambos detenidos iban a bordo de un potente coche, un BMW, de la serie 3, en el momento de la detención. Los agentes antidroga de la Guardia Civil les cortaron el paso con sus vehículos en una calle de Getafe para evitar que se fugaran.

Todos los detenidos menos uno son colombianos. Santiago D. S, de 20 años, el único español de la banda, se dedicaba a viajar por España para transportar la mercancía a los compradores.

En la operación realizada en Getafe, además de la droga reseñada y el equipo para su adulteración, la Guardia Civil intervino seis vehículos de gran cilindrada, diversa documentación, ocho teléfonos móviles, un ordenador portátil y otro material informático, una pistola de fogueo, cinco millones de pesetas en metálico y 70 billetes de moneda iraquí.

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