Vivir de la moda

Cuando María Jesús Domingo creó, hace tres años, Siglo Cero junto a Pedro Hidalgo, se dio un plazo de cuatro temporadas para vivir de la moda. Lo ha ampliado un año más. Despegar en el mundo del diseño es más complicado de lo previsto.

El caso de María Jesús, lejos de ser aislado, es la tónica general entre muchos jóvenes diseñadores. Para la mayoría el mundo de la moda es, por el momento, una vocación, más que un negocio. María Jesús lo tiene claro. Para triunfar es preciso 'ser bueno, constante y tener suerte y dinero'. 'Si quieres vender, tienes que hacer dos propuestas: la que a tí ...

Cuando María Jesús Domingo creó, hace tres años, Siglo Cero junto a Pedro Hidalgo, se dio un plazo de cuatro temporadas para vivir de la moda. Lo ha ampliado un año más. Despegar en el mundo del diseño es más complicado de lo previsto.

El caso de María Jesús, lejos de ser aislado, es la tónica general entre muchos jóvenes diseñadores. Para la mayoría el mundo de la moda es, por el momento, una vocación, más que un negocio. María Jesús lo tiene claro. Para triunfar es preciso 'ser bueno, constante y tener suerte y dinero'. 'Si quieres vender, tienes que hacer dos propuestas: la que a tí te gusta, y la que se vende', comenta.

Siglo Cero presentará sus propuestas en Espacio Gaudí, el salón para jóvenes diseñadores de de Feria Moda Barcelona. El certamen se inaugura mañana y mostrará las tendencias para el inviernopróximo. En esta edición de Espacio Gaudí participarán 35 jóvenes diseñadores españoles. Seis de ellos, de la mano de Círculo de Moda, son valencianos: anamaría, Carola Falgás, Martín Pérez Ripoll, Noelia Navarro, Siglo Cero y Tonuca.

El certamen catalán, al igual que la pasarela Cibeles, no es el final del camino ni el premio a una trayectoria. Es un escaparate, una plataforma de lanzamiento, comenta Carola Falgás. Y como en cualquier feria, también se va a vender, apostilla Maria Jesús.

Pero las ferias españolas de moda no aseguran el negocio. Son un paso necesario, una inversión. Acudir a Espacio Gaudí cuesta entre medio millón y un millón de pesetas, en función de la estacionalidad de las propuestas, el número de prendas que se presentan y la inversión en los tejidos.

Tonuca abrió su estudio el año pasado y acude a su segunda edición de Espacio Gaudí. En la anterior exposición tuvo 7 clientes y vendió 600 prendas. Uno de sus clientes procedía de Kuwait y 'se llevó toda la colección en blanco', explica. 'Tendría que haber vendido mucho más, pero me compensó. El primer año vas a vender tu imagen, a darte a conocer, a hacer contactos....'. En esta edición se ha planteado comercializar unas 700 piezas. 'A partir de mil, me saldría rentable'.

'El día que no necesite confeccionar a medida, el negocio irá bien'. Tunuca se ha dado un plazo de cinco años para que su pasión de beneficios. Pasado ese tiempo, 'si esto no funciona, y sintiéndolo mucho, me tendré que dedicar a otra cosa'.

Las propuestas de los diseñadores valencianos son muy dispares. Prendas inspiradas en el siglo XVIII, en las modas del XX y propuestas de vanguardia. Lana, punto, algodón, poliester o piel. Y colores muy vivos.

'Hay muchas tendencias y muchos caminos', explica Martín Pérez. Sus propuestas, al igual que el de sus compañeros de feria, son muy 'ponibles'. Pero los diseñadores también encuentran otras dificultades. La falta de una industria de la moda les crea, a veces, problemas de producción. Además, explica Martín, los valencianos 'tenemos fama de modernos, pero somos modernos de marca y muchas veces no nos atraen propuestas que, aunque asequibles, no tienen el respaldo de una marca'. Todo un reto.

En la Comunidad hay unos 2.000 diseñadores en activo. El 30% de ellos, aproximadamente, son jóvenes. Consagrados o principiantes, todos se examinan cada seis meses, cuando presentan las colecciones de temporada.