Sabiduria en lo inefable

Algunas filosofías condensan la sabiduría en lo inefable, en el silencio. Hemos hablado muchas personas sobre ello y llegado a la conclusión de que una gran porción de la inteligencia pura la concita El Roto. Éste representa esa otra España que no hace ruido, casi anónima, ignorada con frecuencia por el sistema, envidiada secretamente en tiempos de paz por los que volverían a gritar "muera la inteligencia", "viva la muerte". Esa España que no va ni bien ni mal, porque su grandeza y su inteligencia están en la discreción y en la sensibilidad; esa España que vive imbricada con la España oficial,...

Algunas filosofías condensan la sabiduría en lo inefable, en el silencio. Hemos hablado muchas personas sobre ello y llegado a la conclusión de que una gran porción de la inteligencia pura la concita El Roto. Éste representa esa otra España que no hace ruido, casi anónima, ignorada con frecuencia por el sistema, envidiada secretamente en tiempos de paz por los que volverían a gritar "muera la inteligencia", "viva la muerte". Esa España que no va ni bien ni mal, porque su grandeza y su inteligencia están en la discreción y en la sensibilidad; esa España que vive imbricada con la España oficial, que no pierde ocasión de sacar pecho, que se pavonea, con el menor motivo y en cualquier ocasión, sin saber de qué ni por qué, o nutriéndose, sin mentarlos, de talentos como el de El Roto; esa España, en fin, que sólo ha gobernado por cortísimos espacios de tiempo en su historia.A veces pienso que el redactor jefe tiene que tener un buen problema a este propósito, porque no puede poner a El Roto en la página que realmente le corresponde sin afectar al puesto preeminente de otros autores también ciertamente respetables. Otras veces pienso que El Roto, en primera página, podría sufrir ese fenómeno curioso que con bastante frecuencia se da en el fútbol, en cuya virtud algunos cracks merman su eficacia e inspiración en cuanto se cambian de club. Pero, en cualquier caso, ¡El Roto, al poder!- .-