El plan de opciones para los empleados de Telefónica arranca con 10 meses de retraso

El programa de opciones sobre acciones (stock options) para los 95.000 empleados de Telefónica comenzará a suscribirse estos días, diez meses después de que fuera anunciado por el entonces presidente de la operadora, Juan Villalonga, cuando más encendido estaba el debate sobre los planes de stock options para los directivos de la compañía. Este retraso y la caída del valor de los títulos en ese periodo ha motivado que el plan pierda su atractivo, puesto que las opciones se fijaron entonces a un precio de referencia de 25,4 euros (4.226,2 pesetas), muy por encima de los 19,06 euros actuales....

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El programa de opciones sobre acciones (stock options) para los 95.000 empleados de Telefónica comenzará a suscribirse estos días, diez meses después de que fuera anunciado por el entonces presidente de la operadora, Juan Villalonga, cuando más encendido estaba el debate sobre los planes de stock options para los directivos de la compañía. Este retraso y la caída del valor de los títulos en ese periodo ha motivado que el plan pierda su atractivo, puesto que las opciones se fijaron entonces a un precio de referencia de 25,4 euros (4.226,2 pesetas), muy por encima de los 19,06 euros actuales.

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Telefónica ha comenzado a remitir este mes los mandatos de adhesión al Plan Global de Opciones sobre Acciones de Telefónica (Ties) destinado a los 95.000 empleados del grupo que tuvieran la condición de fijos a 1 de enero de 2000. El plan fue puesto en marcha para fidelizar a los trabajadores, haciéndoles partícipes de la evolución del valor en Bolsa e implicándoles en la mejora de la compañía. Pero el especial diseño del programa puede poner en peligro este objetivo por la mala evolución de la acción. El programa consta de dos partes. En primer lugar, al beneficiario se le asignan un determinado número de acciones -entre ocho y 48 dependiendo del nivel salarial- a un precio de cinco euros (831,9 pesetas). Esos títulos le dan derecho a un número opciones (26 por cada opción) con un valor de referencia de 25,4 euros, que puede ejecutar escalonadamente a lo largo de cuatro años.El peligro ahora es que los empleados opten por comprar las acciones y las vendan inmediatamente, obteniendo unas plusvalías rápidas (14 euros por acción al cierre del viernes), pero perdiendo de esa manera cualquier derecho sobre las opciones que le corresponden, a razón de 26 por cada título comprado.

Riesgo

Este riesgo ya se ha constatado en las consultas que están haciendo llegar los trabajadores a sus representantes sindicales. El número total acciones que pueden adquirir los empleados asciende a 1.197.880, lo que les da derecho a suscribir 31.504.244 opciones sobre acciones. En el caso de que todos los empleados renunciaran a las opciones y optaran por vender las acciones (al precio actual) lograrían unas plusvalías brutas de 2.790 millones de pesetas, menos de los 2.931 millones brutos que consiguió Villalonga por su participación en el primer plan para directivos, denominado Plan Rise, que venció en febrero pasado.

El Plan Rise no se circunscribe sólo a los empleados de Telefónica de España, la antigua sociedad matriz, sino que puede ser suscrito por los trabajadores de otras empresas filiales en las que el grupo tenga una participación superior al 50% como Telefónica Media, Data, Atento, Onda Cero, filiales extranjeras en Perú, Brasil, Chile, etcétera.

El programa arranca con un retraso considerable ya que fue anunciado por primera vez por Juan Villalonga durante la junta extraordinaria del 4 de febrero pasado, cuando los títulos de Telefónica cotizaban a 29,02 euros (4.828,5 pesetas). El momento del anuncio coincidió con lo más álgido del debate que suscitaron los planes de stock options de los que eran beneficiarios los principales directivos del grupo Telefónica.

El primero y más importante de estos programas, el denominado Plan Rise, venció el 25 de febrero y reportó unas plusvalías brutas a los 100 máximos ejecutivos de la compañía de 71.595 millones. Tras este primer anuncio, y en virtud de la modificación normativa sobre este tipo de retribuciones que se vió obligado a introducir el Gobierno, el Plan Ties fue aprobado por la junta general ordinaria de accionistas del 7 de abril, que también dió luz verde a la autorización para que los directivos hicieran efectivas sus ganancias.

Durante esa junta, Villalonga, arropado por los representantes de CCOO y UGT, reconoció que el único error que había cometido era no haber extendido a todos los empleados los planes de opciones. Los cálculos que se hicieron entonces fueron que cada trabajador conseguiría unas plusvalías medias de 4,6 millones, 420.000 millones en total, basándose en la idea de que el valor de la acción se triplicaría. Tras la salida de Villalonga, su sucesor, César Alierta, aumió el compromiso y así se lo manifestó a los sindicatos en julio. Entonces se fijó septiembre como nueva fecha para la suscripción del plan de opciones, pero los trámites y requisitos exigidos volvieron a demorar el proceso que se completará en enero de 2001.

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