Fracasa la tercera reunión para evitar la huelga de funcionarios

La huelga de funcionarios públicos prevista para el 14 de diciembre es prácticamente inevitable tras el fracaso ayer de la última negociación entre el Gobierno y los sindicatos del sector. Los funcionarios irán a la huelga, entre otras razones, por la pérdida de poder adquisitivo de sus salarios, que aumentarán un 2% el año próximo, mientras que la inflación alcanza ya el 4%.La reunión de ayer, dedicada a la movilidad de los funcionarios, fue descrita por los sindicatos como "un diálogo de sordos". Las centrales pretenden que el Ejecutivo retire una de las medidas incluidas en la Ley de Acompa...

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Pesimismo sindical

La huelga de funcionarios públicos prevista para el 14 de diciembre es prácticamente inevitable tras el fracaso ayer de la última negociación entre el Gobierno y los sindicatos del sector. Los funcionarios irán a la huelga, entre otras razones, por la pérdida de poder adquisitivo de sus salarios, que aumentarán un 2% el año próximo, mientras que la inflación alcanza ya el 4%.La reunión de ayer, dedicada a la movilidad de los funcionarios, fue descrita por los sindicatos como "un diálogo de sordos". Las centrales pretenden que el Ejecutivo retire una de las medidas incluidas en la Ley de Acompañamiento de Presupuestos, que amplía la movilidad de los empleados públicos. En adelante, la movilidad se extenderá a toda la provincia, mientras que hasta ahora los funcionarios sólo podían ser trasladados dentro de su municipio.

El secretario de organización sindical de UGT, Ángel González, considera ilógico que el Gobierno pretenda dialogar después de haber introducido una medida sobre movilidad "de forma unilateral y sin haber contado antes con los representantes de los trabajadores". El secretario de Estado para la Administración Pública, Ignacio González, aseguró que el Gobierno está dispuesto a "flexibilizar" la medida de la ley de acompañamiento, aunque no concretó cómo.

Los sindicatos se muestran pesimistas con respecto a algún posible cambio que pudiera impedir la huelga del día 14. De momento, no hay ningún encuentro previsto entre las partes antes de esa jornada. Además, aunque se convocase, los sindicatos no irían, a no ser que el Ejecutivo cambiase de actitud.Los ánimos conciliadores son más evidentes entre patronal y sindicatos con respecto a la reforma laboral, según lo expresado ayer por los líderes de las centrales. José María Fidalgo, de CC OO, y Cándido Méndez, de UGT, aseguraron ayer en Barcelona que el acuerdo está cerca si los empresarios aceptan dialogar sobre la precariedad laboral.

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