Copa Davis

Corretja y Hewitt ni siquiera se saludan en el Palau Sant Jordi

La batalla psicológica entre Àlex Corretja y el australiano Lleyton Hewitt prosiguió ayer en el Palau Sant Jordi de Barcelona. Los dos jugadores, que se habían enfrentado el pasado jueves en el Masters, ni siquiera se saludaron cuando coincidieron en la pista de tierra batida que albergará la final de la Copa Davis el próximo fin de semana."No le saludé porque ni se volvió cuando estuve con el resto del equipo australiano", reconoció Corretja, que ganó a Hewitt por primera vez en tres enfrentamientos en Lisboa. El tenista español agregó: "Si a él no le apetece volverse cuando me está oyendo y ...

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Rafter y Hewitt, en el Palau

La batalla psicológica entre Àlex Corretja y el australiano Lleyton Hewitt prosiguió ayer en el Palau Sant Jordi de Barcelona. Los dos jugadores, que se habían enfrentado el pasado jueves en el Masters, ni siquiera se saludaron cuando coincidieron en la pista de tierra batida que albergará la final de la Copa Davis el próximo fin de semana."No le saludé porque ni se volvió cuando estuve con el resto del equipo australiano", reconoció Corretja, que ganó a Hewitt por primera vez en tres enfrentamientos en Lisboa. El tenista español agregó: "Si a él no le apetece volverse cuando me está oyendo y sabe perfectamente que estoy detrás de él, a mí tampoco me apetece tocarle la espalda para saludarle".

Corretja indicó que Hewitt puede sentirse molesto por las declaraciones que él realizó tras su partido del Masters. Àlex afirmó en Lisboa que el australiano va de sobrado, que le falta educación en ocasiones y que es un "faltón" con sus rivales. "Sin embargo", dijo, "todo lo que declaré sobre su carácter se lo diría a la cara si fuera necesario. Es lo que siento. Su carácter es extraño y no tiene muchas simpatías en el circuito".

El número uno español pisó ayer por primera vez la pista de tierra batida del Palau Sant Jordi y se mostró satisfecho del resultado que se ha logrado. "Llevo tres meses sin pisar la tierra, y en media hora no hay tiempo de adaptarse. Pero la primera impresión es que estamos muy cerca de lo que queremos", afirmó. "La pista es excelente. La bola bota alta. Y si hay que modificar alguna cosa, todavía tenemos tiempo para hacerlo".

Javier Duarte, que actuará como capitán en la final, y Juan Avendaño, miembro del G-4, se mostraron satisfechos del actual estado de los jugadores españoles. "Que Àlex ganara a Hewitt en el Masters dio un vuelco a la situación. Ahora yo ya no tengo ningún miedo a este partido", señaló Avendaño. Pero ni él ni Javier Duarte, que actuará como capitán en la final, quisieron avanzar qué jugadores disputarán los primeros individuales el viernes.En este sentido, Corretja se mostró contundente: "Me siento orgulloso de estar en este equipo y de haber llegado a la final. Quiero jugar, pero no me siento imprescindible. Si los capitanes creyeran que para el bien del equipo no debo jugar, lo aceptaría". En cambio, insistió en que el equipo necesita un público educado pero volcado con los jugadores. "Que vengan sin corbatas, con camisetas y dispuestos a sudar con nosotros. Y con ganas de conseguir este título que todos deseamos".

Los australianos se entrenaron ayer al mediodía y concluyeron justo cuando Corretja iniciaba su sesión. Patrick Rafter peloteó con Fromberg, que le tiró bolas muy altas, como previsiblemente harán los españoles. Woodforde y Stolle, los doblistas, practicaron con Tony Roche, el entrenador australiano. Y Hewitt, que estuvo acompañado en el entrenamiento por su novia, la tenista belga Kim Clijsters, y por sus padres, peloteó con Fromberg.

"La pista es correcta, tal como esperábamos", comentó John Newcombe, el capitán. "Rafter se ha adaptado muy bien a la tierra batida. Y Hewitt lo hará rápidamente. Lo único que me preocupa es que el esfuerzo de toda la temporada no nos pase factura ahora".

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