Los acusados de un crimen quedan libres tras ser juzgados dos veces

La Audiencia de Madrid absolvió ayer a dos ciudadanos polacos, acusados de asesinar en 1998 a un compatriota, después de que, por segunda vez, un jurado popular fuera incapaz de alcanzar un veredicto. Mariusz K., de 25 años, y Marzin S., de 26, ya fueron juzgados en enero pasado, sin que el jurado lograse un acuerdo sobre su culpabilidad. La división de opiniones -cinco miembros del jurado votaron a favor de la condena y cuatro en contra- se repitió ayer, lo que obligó al magistrado presidente del tribunal a disolver el jurado y a dejar a los dos acusados en libertad sin cargos.

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La Audiencia de Madrid absolvió ayer a dos ciudadanos polacos, acusados de asesinar en 1998 a un compatriota, después de que, por segunda vez, un jurado popular fuera incapaz de alcanzar un veredicto. Mariusz K., de 25 años, y Marzin S., de 26, ya fueron juzgados en enero pasado, sin que el jurado lograse un acuerdo sobre su culpabilidad. La división de opiniones -cinco miembros del jurado votaron a favor de la condena y cuatro en contra- se repitió ayer, lo que obligó al magistrado presidente del tribunal a disolver el jurado y a dejar a los dos acusados en libertad sin cargos.

Es la primera vez en España que se ha juzgado dos veces un mismo caso y con jurados distintos sin alcanzar un veredicto, según fuentes judiciales. Esta situación fue confirmada también por Miguel Cid, presidente de la Asociación Pro Jurado de España.Para estos casos, la Ley Orgánica del Tribunal del Jurado Popular, vigente desde 1996, establece que si en el segundo juicio "no se obtuviere un veredicto por parte del segundo jurado, el magistrado presidente procederá a disolver el jurado y dictará sentencia absolutoria". La misma ley establece que los veredictos de culpabilidad deben estar avalados por un mínimo de siete de los nueve votos. Para los de inocencia basta con mayoría simple, es decir, cinco a cuatro. El fiscal pedía 17 años de cárcel para cada acusado y 15 millones de indemnización para la hija y la novia de la víctima.

Mariusz K. y Marzin S. fueron juzgados en enero pasado en la Sección Primera de la Audiencia Provincial. Ambos estaban acusados del asesinato de otro ciudadano polaco, Mariam Klapka, de 32 años, quien recibió un disparo de escopeta de caza en plena cara en la noche del 23 de febrero de 1998 en su casa del distrito de Carabanchel. Ese mismo día, por la tarde, los acusados habían ido a ver a Klapka y, según el relato del fiscal, le reprocharon que no les hubiese ayudado durante una reyerta que se había producido horas antes en Alcalá de Henares y en la que todos se habían visto involucrados. Klapka, según el fiscal, los echó porque su hija, de 15 meses, estaba durmiendo.

Basándose en testimonios de los vecinos, el fiscal culpaba a los dos acusados de haber regresado a casa de la víctima y, tras forzar la puerta, dispararle un tiro mortal en la boca. En la casa dormían, además de la hija de Klapka, un hermanastro y un amigo de éste.

Las investigaciones policiales llevaron a la detención de Mariusz Z., Marzin S. y Gregor K. Este último, de 23 años, conocido como Kwinto, fue apuñalado sobre las 6.40 de la madrugada del 17 de mayo de 1998 frente al bar de copas Movies, situado en la calle de Maqueda, en la confluencia con la calle de Escalona, en Aluche. Su muerte se produjo tras quedar en libertad. El jurado consideró probado durante la vista que los acusados no estaban cerca de la víctima cuando recibió el disparo mortal, ya que las partículas de plomo, bario y antimonio halladas en sus ropas no coincidían con las halladas en las del fallecido. Por el contrario, las partículas halladas en las ropas del hermano de la víctima sí coincidían con las del fallecido, lo que hace suponer que fue testigo directo del crimen, en contra de lo manifestado ante el tribunal. Asimismo, el jurado no dio validez a los testimonios de los vecinos.

El primer juicio, que duró tres semanas y cuatro noches de deliberaciones, tuvo un coste para el Estado cercano a los dos millones de pesetas. Cada uno de los nueve miembros del jurado percibe algo más de 9.000 pesetas por cada día de juicio, aparte de las dietas de manutención y hospedaje.

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Dos años ha estado en la cárcel uno de los acusados, Mariusz K., y nueve meses el otro. Mariusz quedó en libertad tras el primer juicio fallido. "Por nuestra culpa un asesino va a salir a la calle, no es justo", dijo entonces uno de los integrantes del jurado partidario de la condena. En aquellas deliberaciones hubo hasta llantos, según indicaron fuentes jurídicas. En éstas, tensión y posturas inamovibles. El resultado de las tres votaciones máximas que regula la ley ha sido de cinco a cuatro.

Ayer, el juez Guijarro alabó la labor del jurado, compuesto por tres mujeres y seis hombres: "No se vayan ustedes con la sensación de haber fracasado, su trabajo ha sido bueno y competente, y les agradezco el interés y preocupación que han mostrado". El segundo juicio ha durado tres semanas. Cinco de los jurados sostenían que había pruebas como para inculpar a los procesados del crimen. Cuatro discrepaban.

Petición de indemnización

El abogado de Mariusz K., David López, ha anunciado que pedirá que el Estado indemnice a su cliente por los dos años que ha pasado en prisión.López, tras afirmar ayer que el jurado popular ha actuado con suma responsabilidad, sostiene que va a pedir al Estado que indemnice a su cliente por los dos años que ha estado privado injustamente de libertad. "Él ha querido que se haga justicia; al quedar en libertad en enero pudo haberse fugado, pero no lo hizo, sino que quiso quedarse e ir al segundo juicio convencido de que se haría justicia".

"Se ha conseguido hacer justicia", añadió el letrado, quien hizo hincapié en que "en este caso no hay ni la más mínima prueba de cargo y fue una auténtica chapuza policial" (en referencia a la investigación).

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