Al Madrid se le olvida ganar

Que vuelva Djordjevic. Cuanto antes. Que vuelva Djordjevic y ponga sentido común en un equipo que empieza a desquiciarse. Un equipo al que se le ha olvidado ganar, que ha hecho de la derrota costumbre. Que vuelva Djordjevic para que el Madrid deje de perder balones -16 ayer, 15 el domingo, 20 la semana pasada...-. Que vuelva Djordjevic para que, a falta de dos minutos, en un partido que navega en un inestable 80-77, Alberto Angulo, de 31 años, 94 veces internacional, un jugador grande casi siempre, no se marca aquella frivolidad, aquel viaje a ninguna parte, aquella entrada a una canasta llena...

Que vuelva Djordjevic. Cuanto antes. Que vuelva Djordjevic y ponga sentido común en un equipo que empieza a desquiciarse. Un equipo al que se le ha olvidado ganar, que ha hecho de la derrota costumbre. Que vuelva Djordjevic para que el Madrid deje de perder balones -16 ayer, 15 el domingo, 20 la semana pasada...-. Que vuelva Djordjevic para que, a falta de dos minutos, en un partido que navega en un inestable 80-77, Alberto Angulo, de 31 años, 94 veces internacional, un jugador grande casi siempre, no se marca aquella frivolidad, aquel viaje a ninguna parte, aquella entrada a una canasta llena de brazos, piernas y sombras rivales, jugándose un tiro imposible, mientras dos compañeros esperaban -y esperan todavía- la asistencia, tan fácil como era. El Madrid se mueve a impulsos y se cae de golpe. Ayer no supo cómo jugarle a un rival que sabía que su victoria dependía de su facilidad para el tiro. Un rival que encestó el 60% de sus tiros. Sólo porque Herreros, incluso el peor Herreros, es capaz de ver canasta, y porque Meek gobierna bajo los aros por él y por Struelens, se mantuvo entero el Madrid, hasta que llegaron esos instantes finales, en los que la resolución, con Herreros eliminado, quedó en manos o del saltarín Milic o de Angulo, al que le llegó la pelota antes de tomar el camino equivocado.