FÚTBOL Liga de Campeones

El Depor defiende su prestigio

El equipo gallego es el único que no ha perdido en la Liga de Campeones

El Deportivo se rebeló a tiempo para mantener incólume su prestigio, acrecentado en las últimas semanas por su magnífico estreno en la Liga de Campeones. Durante la primera parte, el Depor desempeñó a la perfección su papel de convidado de piedra en la guerra particular del Hamburgo, necesitado desesperadamente de la victoria. Pero cuando todo parecía a favor de los alemanes, Irureta le cambió la cara a su equipo con un par de cambios y el Depor acabó imponiendo su altura futbolística.No hacía falta consultar al oráculo para predecir lo que iba a suceder anoche a orillas del río Elba, y, en su...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El Deportivo se rebeló a tiempo para mantener incólume su prestigio, acrecentado en las últimas semanas por su magnífico estreno en la Liga de Campeones. Durante la primera parte, el Depor desempeñó a la perfección su papel de convidado de piedra en la guerra particular del Hamburgo, necesitado desesperadamente de la victoria. Pero cuando todo parecía a favor de los alemanes, Irureta le cambió la cara a su equipo con un par de cambios y el Depor acabó imponiendo su altura futbolística.No hacía falta consultar al oráculo para predecir lo que iba a suceder anoche a orillas del río Elba, y, en su fase inicial, el partido se ajustó impecablemente a todas las previsiones. El Deportivo hizo lo justo para mantener intactas su dignidad y su prestigio sin comportarse como un invitado insolente. El conjunto español no rehuyó la pelea, pero tampoco puso el mismo empeño que su necesitado adversario. El Hamburgo perseguía un sueño y para el Deportivo era un día corriente en la oficina. Demasiada diferencia en los estados de ánimo para que no se notase sobre el césped, especialmente tratándose de un equipo alemán que empezó poniendo en la batalla toda la tenacidad que se le presuponía.

HAMBURGO 1 DEPORTIVO 1

Hamburgo: Butt; Kienz (Ketelaer m. 67), Hoogma, Panadic; Tofting, Kovac (Hertzsch m. 16), Barbarez, Hollerbach; Mahdavikia, Yeboah (Bester, m. 56) y Prager.Deportivo: Molina; Manuel Pablo, César, Helder, Capdevila; Donato (César Sampaio, m. 46); Scaloni, Emerson (Ramis m. 31), Valerón, Fernando; y Pandiani (Makaay, m. 46). Goles: 1-0. M. 9. Gran jugada por la izquierda de Kovac, que regatea a Manuel Pablo, llega hasta el pico del área y cede a Mahdavikia para que éste marque. 1-1. M. 57. Sampaio cabecea sólo ante Butt, por dos veces, y el rechace de éste lo recoge Makaay para marcar a puerta vacía. Árbitro: Anders Frisk, sueco. Amonestó a Emerson, Pandiani. Lleno en el Volksparkstadion de Hamburgo, con más de 50.000 espectadores.

Las previsiones fueron cumpliéndose una tras otra desde el primer minuto. El bulldozer del Hamburgo entró al partido a toda velocidad, y el Deportivo poco más hizo que aguantar la acometida con toda la entereza de que fue capaz y sin poder disimular las carencias de la improvisada defensa que presentó anoche. No es que los gallegos se tomasen a broma las apelaciones de su técnico al prestigio del equipo. Pero el plus de motivación del Hamburgo se dejó sentir sobre el partido inevitablemente, y el Depor vivió el arranque del choque bajo un diluvio constante en el área de Molina. El Hamburgo no se limitó a arrollar a su rival con empuje físico y con misiles lanzados desde cualquier lugar del campo, armas muy habituales en estos casos. Aun tratándose de un equipo menor, cuenta el Hamburgo con algunos buenos futbolistas, sobre todo el iraní Mahdavikia y el bosnio Barbarez. Con toques de buen fútbol y un derroche de empeño, el Hamburgo cazó muy pronto su objetivo, tras una buena jugada de Kovac magníficamente resuelta por el jugador iraní.

El gol volvió al Hamburgo más cerebral, y a partir de entonces el partido se movió al ritmo de los esporádicos arrebatos alemanes y de los contados contragolpes del Depor, que en la primera parte salvó varias situaciones muy apuradas y, con todo, dispuso también de una magnífica ocasión en un mano a mano de Fernando con el portero. Pero el inexorable rumbo del partido se torció tras el descanso, gracias, en buena media, al ingreso de Sampaio y Makaay. Los recién llegados se asociaron a Emerson y Valerón, el equipo se soldó mucho mejor que en la primera parte y el Depor empezó a tejer más su juego. El Hamburgo cometió el error de tomarse un respiro y lo pagó muy caro. Precisamente una jugada entre Sampaio y Makaay acabó con el gol del holandés, cuyo olfato no se ha resentido lo más mínimo por su prolongada lesión. El empate destrozó la moral del Hamburgo, que ya no fue capaz de recuperar el vigor mostrado en el inicio de choque.

Sobre la firma

Archivado En