"Sin nosotros no existe la izquierda"

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Julio Anguita se despidió ayer de los delegados con un discurso de principios políticos y éticos, alejándose de lo concreto y sin rebatir, y casi sin mencionar, los discursos previos de los portavoces de las federaciones. En esta jornada, a diferencia de la anterior, Anguita sí puso pasión en sus palabras aunque todos advirtieron un cierto ejercicio de contención evitando adentrarse por la senda de la nostalgia. Quizá, dicen, para conjurar el riesgo natural de la emoción. "Me voy satisfecho y os digo que esto merece seguir; la izquierda sin Izquierda Unida no existe". Éste fue su colofón."Ahí fuera nos están esperando los parados, los marginados, los que quieren un nuevo orden mundial, los que están contra la globalización, los que necesitan que se respete la Declaración Universal de Derechos Humanos...".

Hubo consejos. La Izquierda Unida que lidere a partir de hoy otra persona tiene que mantener el hilo rojo, verde, violeta y blanco. "Rojo, permitidme, por la leche que mamé", razón que levantó el aplauso de los delegados. Verde, por el ecologismo; violeta, por la igualdad entre hombres y mujeres y blanco, por la paz. No debe haber dudas: IU se sitúa contra el sistema y su esencia obliga a "cuestionar permanentemente lo establecido y sentarse alegremente en el ojo del huracán". Como último apunte a sus compañeros les animó a que desterraran la idea de que IU tiene techo electoral. "Una fuerza que quiere cambiar la sociedad no tiene techo".